El mercado del arte ha tenido históricamente una relación con el espionaje, olvidada por los servicios de contraespionaje. ¿Tenemos en España casos similares?.
J.LL.- El pasado 2 de agosto se llevó a cabo acuerdo considerado histórico por ser el más grande intercambio de prisioneros desde la Guerra Fría entre Occidente y Rusia y Bielorrusia se efectuó ayer.
El intercambio contempla 24 prisioneros en total, liberados por ambas partes del complejo acuerdo: 16 opositores y periodistas a cambio de 8 espías y piratas informáticos
Entre los espías deportados se hallan Artem Dultsev y Valerievna Dultseva, una pareja de rusos afincados en Eslovenia. Declarados culpables de espionaje, condenados a 19 meses de prisión y a ser deportados.
Gracias a la información aportada por ARCA hemos podido averiguar que
durante años, la pareja vivió lo que parecía una vida perfectamente normal en Eslovenia. Se presentaron como un matrimonio económicamente estable que había emigrado a Europa debido al aumento de los niveles de delincuencia en América del Sur. Incluso inscribieron a sus hijos hispanohablantes, que no tenían idea de que eran rusos, en una escuela internacional privada de habla inglesa en Ljubljana.
La fachada que emplearon como exitosos empresarios era la de una Galeria de Arte OnLine, todo ello respaldado con identidades y pasaportes falsos y unos antecedentes cuidadosamente elaborada.
Para integrarse sin problemas en la comunidad, Artem Dultsev se presentó como un ejecutivo de tecnología de la información que venía de Argentina llamado Ludwig Gisch. Una vez en Europa, abrió una empresa en Eslovenia llamada DSM&IT en septiembre de 2017, que registró a su nombre y al de su pareja Valerievna. Esta firma supuestamente vendía software de seguridad.
Después de la formación de su primera empresa comercial, Valerievna Dultseva, haciéndose pasar por María Rosa Mayer Muñoz, también de origen argentino y usando el nombre de María Mayer, abrió un segundo negocio fachada: una galería "virtual", llamada Art Gallery 5'14.
"María" afirmaba "trabajar con 90 artistas (pintores, escultores, fotógrafos, diseñadores gráficos) de todo el mundo" y representarlos en ferias de arte y exposiciones que ella organizaba. Ambos negocios tenían una sede física en un edificio de oficinas en la calle Parmovo detrás del distrito Bežigrad de Ljubljana.
Valerievna Dultseva también tenía una cuenta ficticia en LinkedIn en la que enumeraba lo que probablemente sean títulos académicos falsos del Sotheby's Institute of Art y de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en España.
Los Dultsev veran el tipo de vecinos que no llamaban la atención en la pacífica capital eslovena de Liubliana. Para el mundo exterior, eran el epítome de un matrimonio normal que vivía una vida normal.
Eso fue, hasta que sus actividades finalmente llamaron la atención de las agencias de contrainteligencia. La pareja fue arrestada silenciosamente en diciembre de 2022 por la Agencia de Seguridad e Inteligencia de Eslovenia, al parecer tras recibir un chivatazo de "una agencia de inteligencia extranjera".
Cuando registraron su casa de Liubliana, las autoridades eslovenas encontraron “una enorme cantidad de dinero en efectivo” y pruebas que demostraban que la pareja operaba bajo la dirección del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia. El SRV
Como agencia de inteligencia exterior de Rusia, se centra principalmente en asuntos civiles, pero también sirve para reclutar, entrenar y enviar espías, algunos de los cuales se hacen pasar por ciudadanos comunes en países occidentales.
Por lo general, agentes como los Dultsev, que suelen estar infiltrados en países extranjeros, a menudo durante años seguidos perfectamente integrados a nivel social , y realiza operaciones encubiertas. La elección de países de la pareja fuera estratégica. Al establecerse en un país de la zona Schengen, tenían la libertad de viajar por toda Europa sin que nadie los cuestionara.
Las noticias sobre la actividad de espionaje de la pareja llegaron a los titulares por primera vez el 31 de julio de 2024, cuando se declararon culpables en un tribunal esloveno de los cargos de espionaje y uso de documentos falsos para registrar sus empresas.
Fueron condenados a un año y siete meses de prisión, seguidos de deportación y prohibición de volver a entrar en Eslovenia durante cinco años. Como parte del acuerdo de deportación se exigió la reunificación con sus hijos, que habían sido colocados en hogares de acogida.
El 1 de agosto de 2024, después de casi 20 meses bajo arresto, Artem Dultsev y Valerievna Dultseva fueron deportados y posteriormente fotografiado con sus hijos, en la pista del aeropuerto de Vnukovo en Moscú, y la familia fue recibida por el presidente ruso, Vladimir Putin.
En la época moderna, el mercado del arte ha tenido históricamente una relación con el espionaje,
La integración y el supuesto prestigio social de sus protagonistas a menudo, hace que pasen desapercibidas por los servicios de contraespionaje. ¿Tenemos en España casos similares?. Por supuesto.