En 2023 se intervinieron más de 1000 falsificaciones de la obra del artista canadiense. Se sospecha que la producción de falsos del artista, realizada en las reservas indias puede llegar a las 10.000 obras
REDACCIÓN. Según informa CBC, la galeria de arte EA Studios de Calgary, Canadá, ha interpuesto una demanda contra la fundación Norval Morriseau (Norval Morrisseau Estate Ltd.) por difamación e incumplimiento de contrato comercial.
La galeria vende obra del artista desde los años 80 y a la muerte de este concretó un acuerdo con la fundación y su representante, Cory Dingle que respaldaba y certificaba sus obras. Así mismo se acordó 10% de comisión por cada venta exitosa respaldada por la fundación.
En 2023 la policía canadiense descubrió una trama de falsificación y explotación infantil en la reserva de la Primera Nación Ojibway Bingwi Neyaashi Anishinaabek, en el noroeste de Ontario. Entonces se intervinieron, más de 1.000 falsificaciones, aunque se sospecha que el numero puede ser mayor, llegando hasta las 10.000 falsificaciones.
La galería esta demandando a la fundación alegando que el representante Cory Dingle ha manifestado en diversas ocasiones que EA Gallery habría “sugerido” a diversos clientes que las obras que vendían podían ser falsas.
Para demostrar esta acusación se ha incluido el testimonio de dos investigadores privados en octubre de 2024 que se hicieron pasar por posibles compradores interesados en las pinturas de su inventario. Los supuestos clientes consultaron con la fundación Morriseau durante las cuales,Cory Dingle, el representante de la fundación, hizo declaraciones difamatorias que socavaron la credibilidad y la reputación de la galería, sugiriendo que compraran obras auténticas directamente a él mismo o a Norval Morrisseau Estate Ltd.
La demanda alega que, durante los últimos años de su vida, Morrisseau luchó para evitar que copias fraudulentas de su obra se extendieran al mercado. También afirma que los accionistas de Norval Morrisseau Estate Ltd. hicieron poco para detener el fraude.
"Desde al menos principios de la década de 2000, para obtener beneficios económicos, los hijos del artista promovieron la autenticidad de muchas de las obras fraudulentas y, al difundir información falsa, contribuyeron a socavar los esfuerzos para exponer y detener el fraude”.
La red de falsificaciones la encabezó el sobrino de Morriseau, Benjamin, que entre 2002 y 2015 llevaron a cabo una producción masiva de cuadros, empleando mano de obra infantil y amparados por el status de la reserva nativa.