Patrimonio

¿Sale más caro grafitear un tren que la Catedral de Palma?

Domingo 06 de abril de 2025

Leo de nuevo, que Palma de Mallorca sigue siendo vandalizada de manera persistente por grafiteros y demás coleguitas del spray.

El asunto no es poca cosa. Viendo las fotos del diario local, compruebo que esta vez los grafiteros se han ensañado especialmente en el casco antiguo Arc de l'Almudaina, epicentro y testigo silencioso de la historia de la capital mallorquina, pues los hallazgos de restos de época musulmana o romana sitúan allí los orígenes de la actual Palma. Hoy, rodeado de grafitis sin sentido ni justificación en una zona en la que Cort ya ha tenido que intervenir con anterioridad.

Palma de Mallorca es uno de los lugares de España más afectados por esta plaga y está claro que el ayuntamiento no puede controlarlo. ¿O sí?.

El emplazamiento o recorrido del que estamos hablando no es demasiado grande ni amplio, por lo que combatir una cuestión de este tipo se lleva a cabo de dos maneras: Más vigilancia y endurecimiento de las sanciones, que ya deberían haber pasado a la consideración de multas al tratarse de daños contra el Patrimonio histórico.

La vigilancia, no se basa en más agentes persiguiendo al personal, sino simplemente poniendo cámaras, como las que tiene cualquier monumento con posibilidad de ser vandalizado.

Las sanciones es otro asunto ¿A quien vas a sancionar si no se sabe quien es? ¿Continuamos con las investigaciones de criminalística grafológica? ¿Qué se hace con el reincidente? ¿Se sigue aplicando la sanción de acuerdo con el gasto de limpieza y restauración?.

Me parece que el sr. Martínez Llabrés que ya escribió en Pecados del Arte sobre esta cuestión, debería empezar a aplicar multas mucho más elevadas y disuasorias. Su colega de partido en Madrid no se ha cortado y la broma de pintarrajear por la capital sale por 3.000 euros mínimo.

Recientemente se ha condenado con penas de hasta 3 años de cárcel a un figura que pintó 34 vagones de tren en Asturias. Recuerdo que en la isla hubo durante el confinamiento una explosión grafitera en la que una parejita llegó a vandalizar más de 300 edificios ellos solos, supongo que fruto de una neurosis por el Encierro a los que sometió Francina mientras ella se iba de copas.

Cort enviará a la empresa municipal Emaya a limpiar el desaguisado, no lo duda nadie, pero al día siguiente habrán más. El grafitero actúa impune en la capital balear.

Esta claro que cara a la nueva temporada las callejas del casco antiguo , las murallas y la Almudaina tienen que estar limpias como una patena ¿Y el resto del año?.

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