REDACCIÓN. La policía francesa informaba a finales de mayo, que se encontraba realizando una búsqueda relacionada con un caso de fraude, se topó por casualidad con el busto Jim Morrison, líder de The Doors, robada hace 37 años de la tumba del músico en el cementerio parisino del Père-Lachaise.
El anuncio, fue acompañado por una foto que mostraba la escultura grisácea, aún cubierta de grafitis y a la que le faltaba un trozo de la nariz, supuestamente cercenada por buscadores de recuerdos antes de su desaparición.
Concebida como homenaje a Morrison, la escultura fue tallada tras su muerte por el artista croata Mladen Mikulin. Fue colocada en su tumba en el cementerio parisino del Père-Lachaise en 1981, diez años después de que el cantante falleciera en la capital francesa a los 27 años.
Desde su posición sobre la lápida de Morrison, la estatua se convirtió en un centro de peregrinación para los fans de The Doors, y daba la bienvenida a la multitud de visitantes que vinieron a tomar fotografías, dejar flores y, antes de contratar a un guardia para vigilar el lugar, fumar marihuana y divertirse con uno de los residentes más famosos de Père-Lachaise.
Siete años después de su colocación, el busto desapareció. Corrieron rumores sobre lo sucedido: algunos hablaban de dos aficionados que lograron llevarse el busto, que supuestamente pesaba 128 kg, en una motocicleta en plena noche; otros repetían la afirmación, aparentemente infundada , de que las autoridades habían ocultado la escultura para protegerla.
El lunes, mientras los fans de Morrison celebraban lo que la policía describió en redes sociales como un "descubrimiento inusual", había pocas noticias sobre si el busto sería devuelto a la tumba del cantante. Benoît Gallot, conservador del cementerio del Père-Lachaise, declaró a Le Figaro : "La policía no se ha puesto en contacto con nosotros, así que no sé si nos devolverán el busto".