Este tipo actuaciones delictivas está proliferando de manera alarmante sin que las Administraciones españolas actúen con contundencia para atajar una agresión al Patrimonio Cultural que es de todos los españoles.
REDACCIÓN- Según informa el Independiente en la última semana se han producido en Barcelona, en el entorno de la Catedral, pintadas con el símbolo “Z” que desde el inicio de la guerra en Ucrania, se ha convertido en símbolo del apoyo a la invasión rusa de Vladimir Putin y su «operación especial».
Algunas pintadas manchan la fachada de la Catedral (BIC y Bien Histórico Cultural desde 1929), la antigua muralla romana (BIC y Bien Cultural de Interés Nacional del patrimonio catalán) y la estatua de Berenguer III (Bien Cultural de Interés Local B) ya eliminada.
Carlos Rodríguez, consejero de ERC en el distrito, exigió al gobierno municipal que lleve a cabo una "reparación inmediata" y que vele el mantenimiento de los "elementos históricos y patrimoniales".
Debido a la antigüedad de los materiales de construcción, su restauración, no se limita a una simple limpieza, sino también a un análisis de los materiales empleados en este tipo de actos para verificar que los daños no sólo sean estéticos, sino que afecten a los materiales porosos como sucede en otros ataques similares. El coste de dichas intervenciones puede ser elevado.
Las que más han preocupado son las aparecidas en el centro de acogida a refugiados en la Vía Layetana, que podrían considerarse una amenaza, según comunica Anton Gerashchenko, asesor del Ministro del Interior de Ucrania, que advierte que estas pintadas no solo son un ataque a los edificios sino que ponen en cuestión la seguridad de los voluntarios que trabajan en el centro humanitario. Los Mossos d’Esquadra están investigando el origen de las pintadas.
Las pintadas coinciden con un momento de retroceso de las tropas rusas en Ucrania, de la región de Járkov gracias a la contraofensiva protagonizada por el ejército de Ucrania. Pero no es la primera vez que aparecen en Barcelona.
El pasado marzo, un mes después del inicio de la invasión rusa de Ucrania y cuando empezaba a organizarse la llegada de refugiados a España, se registraron las primeras pintadas. Una de ellas también frente a un punto de recogida de ayuda para Ucrania en una iglesia del barrio de Vallcarca, otras en el Paralelo. No se identificó a los autores, que podrían ser diversos, puesto que las Z tenían tamaños, estilo y pintura diferentes.
Desde hace años Barcelona ostenta tristemente las primeras posiciones de esta modalidad delictiva contra el Patrimonio Cultural.