La venta en internet de este tipo de documentos implica no sólo el tráfico ilícito de los mismos, sino también la mutilación y dispersión documental, atentando contra la preservación del patrimonio histórico.
REDACCIÓN. Según informa la BRIGADA DE PATRIMONIO HISTÓRICO de la POLICÍA NACIONAL se ha restituido recientemente a las autoridades peruanas a través de su representante en la Embajada en España, dos documentos historicos pertenecientes al Patrimonio Cultural y Archivístico de Perú que se han intervenido recientemente en A Coruña.
El caso se inició el pasado mes de septiembre cuando las autoridades peruanas comunicaban a la Brigada de Patrimonio Histórico (BPH) de la Policia Nacional a través de Interpol, la venta en la plataforma online Ebay de dos manuscritos virreinales de Perú reclamandos por archivo de Patrimonio Cultural peruano.
Comprobado el enlace y realizadas las gestiones necesarias, la BPH identificó al vendedor, un particular aficionado a la historia con domicilio en Madrid, quien había comprado los mismos hacía más de diez años y que través de la misma plataforma los había revendido recientemente a un profesor universitario de A Coruña.
Los dos documentos de carácter histórico e insticional son dos manuscrtios de dos hojas cada uno. El primero es un manuscrito del virrey Francisco Gil de Taboada del siglo XVII y el segundo, un manuscrito del virrey Luis Enríquez de Guzmán del siglo XVIII. Los manuscritos fueron arrancados de su legajos originales.
La Brigada de Patrimonio Histórico recalca que este tipo de delito es difícilmente perseguible penalmente ya que pueden estar prescritos o por encontrarse en manos de compradores de buena fe. En este caso, el comprador al ser informado del contexto cultural al que pertenecían los dos documentos, mostró una total disposición para su entrega voluntaria al entender que debían reintegrarse al patrimonio cultural del país andino.
La oferta en internet de este tipo de documentos, arrancados de su contexto original y vendidos de forma individual fomentan su tráfico ilícito, dificultando su detección y aumentando el beneficio económico, pero sobre todo, implica la mutilación y dispersión de su unidad original, atentando contra la preservación de su patrimonio documental.