Resulta absurda, sino grotesca esta sangría permanente en los fondos del MET y que en el fondo transmite una reacción casi infantil:"¿Me han pillado? Bueno, pues lo devuelvo".
REDACCIÓN.- Según informó a principios de abril el MUSEO METROPOLITAN DE ARTE, restituirá 15 esculturas al gobierno de India, después de conocer que las obras fueron sacadas ilegalmente de India.
Se trata de esculturas y tallas de terracota, cobre y piedra desde el siglo I a.C. hasta el siglo XI d.C.
Estas 15 piezas, incautadas se suman a otras 77 antigüedades (de momento) de las colecciones del sur de Asia del MET, devueltas hace escasamente unas semanas. Todas las obras fueron adquiridas a Subhash Kapoor, considerado como el mayor traficante hasta la fecha.
Las actividades de Subhash Kapoor se podrían remontar hasta 1986 cuando abrió en Manhattan su tienda especiada Art of the Past. Se calcula que ha podido obtener un beneficio de más de 146 millones de dólares (lo fiscalizado , obviamente), pero aún hoy, desconoce el volumen exacto de la actividad criminal del traficante hindú, que desde luego merece un puesto de honor en el ranking de los delincuentes contra el patrimonio artístico y cultural.
A partir de diversas denuncias, las autoridades americanas pusieron en marcha la Operación Ídolo Oculto en la que se desmanteló una red multinacional que entre 2011 y 2022, había expoliado y traficado con miles de objetos desde Afganistán, Camboya, India, Pakistán, Nepal y Tailandia utilizando documentos de procedencia falsa. Esta red comercializó estas piezas expoliadas en museos y colecciones de todo el mundo. Detenido en 2011, Kapoor fue juzgado en la India el pasado 2 noviembre de 2022 y condenado a 10 años de prisión.
Desde 2021 la oficina del fiscal de Manhattan, ha devuelto 235 antigüedades incautadas procedentes de la actividad de Kapoor, solamente en Estados Unidos, procedentes de diversos museos y colecciones particulares como venimos publicando en Pecados del Arte.
No obstante, en Pecados del Arte se está prestando atención a la "relación habitual" del Museo Metropolitan de Nueva York en este entramado de compras de objetos de arte y culturales de procedencia ilícita y que está provocando una auténtica avalancha de reclamaciones internacionales de devolución al museo.
Subhash Kapoor ha sido sólo uno de los proveedores del MET desenmascarado y según las investigaciones recientes, no ha sido ni mucho menos el único en los últimos años. La política del museo, al menos es racional y acata las restituciones lo que desde luego provocará más noticias, pero subsiguientemente también constata el desprestigio y solvencia ética de este museo.
Ante la sospechosa enormidad de piezas de dudosa procedencia que posee el Metropolitan cabría preguntarse, si lo verdaderamente ético por parte de la institución, no sería adoptar esta postura reactiva, sino lo contrario: Asumir su espíritu acaparador durante décadas, investigar internamente y devolver de motu proprio antes de que el Metropolitan se convierta oficialmente en el Museo del Expolio más grande del Mundo.
Resulta absurda, sino grotesca esta sangría permanente en los fondos del MET y que en el fondo transmite una reacción casi infantil:"¿Me han pillado? Bueno, pues lo devuelvo".