Jorge Llopis Planas
Según informa THE GUARDIAN en una reciente entrevista a arqueólogo forense Christos Tsirogiannis y con motivo de la repatriación del pasado 19 de mayo a Grecia de 351objetos procedentes de los fondos del traficante Robin Symes, el experto ha declarado que una de las piezas, es una falsificación.
Se trataría de un olpe , o jarrón de vino, que representa a un sátiro y una cabra datado inicialmente en el siglo V a.C. pero que en su opinión basada en los comentarios ya publicados por el experto alemán Dietrich von Bothmer es una falsificación de realizada en la década de los 1990.
Von Bothmer identificaba errores estilísticos y manipulaciones expresas para hacer pasarla pieza como antigua.
Tsirogiannis arremete en la entrevista contra la ministra de cultura Lina Mendoni acusándola de poco menos que de triunfalista antes que de rigurosa. Medoni es también arqueóloga. En opinión del perito, el gobierno griego deberería haber examinado previamente todas las piezas, para determinar cuales eran reales y cuales eran falsas.
Tsirogannis calificó la supervisión del gobierno como "absolutamente vergonzosa", dada la investigación publicada de von Bothmer habiendo tenido casi 17 años para estudiar los restos correctamente.
La ministra de cultura griega, Lina Mendoni, enfatizó que su equipo ha trabajado sistemática y metódicamente" para estudiar los escondites desenterrados de las garras de Symes, especialmente durante los últimos tres años.
Un portavoz griego señaló que Mendoni, no puede comentar más sobre el asunto, ya que seguramente será reemplazada por un nuevo titular de cultura después de las elecciones del domingo pasado. No obstante un comentario de la dirección del ministerio aclara que, en los casos de recuperación de antigüedades traficadas ilegalmente, cualquier investigación adicional sobre ellas se lleva a cabo cuando las antigüedades regresan a los museos griegos. Solo así es posible estudiarlos a fondo y, si es necesario, realizar análisis de laboratorio".
Es evidente que van a aparecer nuevas falsificaciones en el botín apresado a Symes, de acuerdo con las técnica y estrategias que emplean traficantes y redes ilegales y Tsirogannis debería ser el primero en saberlo.
También está claro, que Tsirogannis a planteado esta entrevista como una venganza política e ideológica hacia la ministra Medoni, después de años de desavenencias con el ministerio de cultura griego por sus actuaciones respecto a restituciones poco efectivas (mármoles del Partenon) o "recalificaciones favorables" de colecciones de procedencia norteamericana turbia.