A diferencia del sistema de hidrolimpiadoras a presión y disolventes químicos, que hacen que la pintura se disuelva y penetre en la priedra
REDACCIÓN . Según informa LA VOZ DE GALICIA, La sensación de suciedad y descuido que transmiten algunas calles del casco histórico de Ourense es una de las quejas más frecuentes de los vecinos y transeúntes habituales. Entre las razones de esta percepción se encuentran las pintadas que ensucian las paredes de los edificios.
Desde hace varios días, gracias al trabajo de los operarios de la empresa gallega Clinarte, contratada por el Concello de Ourense, algunas de estas calles están experimentando un cambio en su apariencia. El objetivo es eliminar la huella del vandalismo en las fachadas de piedra del casco antiguo. Cuando las personas se cruzan con estos operarios, no pueden evitar quedarse mirando, ya que es como observar una goma de borrar en acción. De hecho, el proceso utilizado se conoce como hidrogomage, una palabra francesa que se refiere precisamente a este borrado realizado con agua.
Para llevar a cabo esta tarea, se utiliza una máquina certificada por Patrimonio para la limpieza específica del granito, material sobre el cual están trabajando actualmente. El gerente de la empresa, aclara que no se deben utilizar otras técnicas como una máquina a presión convencional en este tipo de piedra, ya que la dañarían y deteriorarían considerablemente y además, está prohibido utilizar estas técnicas (alta presión) en los cascos históricos en particular.
El tiempo que se invertirá en este proceso es desconocido por el gerente de la empresa. "Terminaremos cuando hayamos terminado, porque hay mucho que eliminar. Trabajamos con un catálogo fotográfico que se hizo recorriendo las calles con personas del Concello y nos ceñimos a eso. En lugares donde se acumulan locales de ocio nocturno, es común que ocurra esto. Sin embargo, de todas las ciudades que conozco, esta zona histórica de Ourense es posiblemente la peor en cuanto a su estado. Hay espacios completamente cubiertos, sin un solo metro cuadrado limpio. Pintan encima de otras capas de pintura. La impresión que se tiene es que nunca han realizado una limpieza", comenta.
El contrato, se enfoca en eliminar la parte más visible de las pintadas, excluyendo las manchas que quedan en muchas piedras debido a limpiezas inadecuadas. Según señalan, estas huellas son bastante comunes . Los expertos las denominan "sombras" y explican que se generan cuando se intenta borrar la pintada con productos químicos inapropiados.
"La pintura del grafiti no se adentra en la piedra, sino que se adhiere a su superficie. Mediante el uso de un método apropiado, es posible eliminar esta capa externa, pero si se emplea un disolvente, decapante u otro producto químico, se descompone la pintura y la piedra absorbe dichos componentes, quedando allí", explica el gerente de Clinarte.
En esta empresa, se aclara que el proceso de solución del problema es mucho más laborioso y tiene un coste superior a la simple eliminación de la parte más visible de la pintada. "Es necesario aplicar productos químicos específicos que deben penetrar en el granito y actuar para descomponer ese residuo impregnado. Después, se debe extraer y lavar", cuentan en Clinarte.