REDACCIÓN. Guardia Civil de Ceuta comunicó el pasado 14 de septiembre el hallazgo de un ánfora del siglo I d.C en aguas de Ceuta.
En unas de las inmersiones preventivas que llevaba a cabo el Grupo Especialista en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta, observaron "lo que podría ser un ánfora semienterrada entre escombros y fango” , por lo que se procedió a retirar algunas piezas que la tapaban para su verificación.
Tras la inmersión, la Benemérita procedió a marcar la zona para, acto seguido, hacer llegar la noticia al arqueólogo adscrito a la Consejería de Cultura, quien, tras valorar las circunstancias de la ubicación, aconsejó recuperar el ánfora, por considerar que existía riesgo de daño o expolio.
La vasija cuenta con una longitud aproximada de un metro y una anchura de alrededor de cuarenta centímetros. La boca carece de tapón, por lo que su interior estaba repleto de conchas, piedras, fango y hasta organismos marinos. Pese a haberse observado "un pequeño desprendimiento" en la zona de la punta, el cántaro tiene intacta sus dos asas.
Los buzos del GEAS volvieron a sumergirse en el lugar del hallazgo. Tras un reportaje fotográfico, los efectivos iniciaron las labores de desenterramiento con la máxima de las precauciones. Y es que, dada la antigüedad del objeto, una mala praxis podría haber derivado en que este se acabara rompiendo.
Despues de una primera comprobación, los expertos determinaron que se trataba de un ánfora de tipo 'Beltrán II A. Este tipo de ánforas alcanzó su momento culmen en la segunda mitad del siglo I d.C. Se conocen alfares que producen estas ánforas en todo el litoral andaluz, especialmente en la comarca gaditana".
El ánfora fue trasladas a los almacenes del Museo de Ceuta. Allí, la vasija será sometida a una intervención que abarcará investigación y conservación; todo ello, bajo la supervisión de un equipo arqueológico de la Universidad de Cádiz, que empezará a trabajar a partir de octubre.