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El revisionismo colonial llega a la Iglesia misionera alemana

Convento y Museo Franciscano de Bardel Bad Bentheim, Alemania (Foto: © Hans Zaglitsch).

¿AHORA LOS MISIONEROS?

¿Los movimientos cancelacionistas quieren equiparar la labor misionera con la ocupación colonial?

Viernes 13 de octubre de 2023

Los museos misioneros tenían un objetivo científico, divulgador y didáctico para que los misioneros conociesen que era lo que encontrarían en esos territorios desconocidos.



REDACCIÓN – Se inicia en Alemania un proyecto llamado de Colecciones de Misiones Históricas que con el apoyo de la organización “Justitia et Pax” analizará las colecciones museísticas de más de 50 colecciones de comunidades religiosas católicas alemanas que tuvieron especial relevancia durante el periodo colonial en África, Asia y América del Sur.

El objeto de este proyecto es analizar, investigar e inventariar estas colecciones y eventualmente procede devolver los objetos a los países de origen ya que muchas de estas comunidades no habían realizado anteriormente un proceso de catalogación pormenorizado de acuerdo con los standards museísticos.

Markus Scholz, antropólogo e historiador que trabaja en el proyecto, explica que el proyecto Colecciones Misioneras Históricas, “surge en parte en el contexto de un debate más amplio sobre las colecciones de museos adquiridas en la época colonial”, o si se prefiere de otra manera, sumándose de esta manera a la tendencia revisionista y cancelacionista del periodo colonial que alcanzaría ahora a la Iglesia Católica, equiparando de esta manera la labor misionera con los casos de expolio imperialista de finales de los siglos XIX y principios del XX.

Sholdz destaca claramente dos periodos en el ámbito coleccionista de las ordenes misioneras alemanas: “Algunas colecciones se remontan al siglo XVIII, cuando los misioneros trajeron especímenes naturales con la intención de explicar a los futuros misioneros qué debían esperar en los países cuando llegaran allí”, es decir una función puramente científica y didáctica de “carácter interno” fruto del descubrimiento de los nuevos territorios y sin un propósito público.

El segundo periodo del coleccionismo misionero será de carácter etnográfico "A finales del siglo XIX, los objetos tenían más bien un propósito promocional: las comunidades religiosas los exhibían para que los visitantes interesados pudieran maravillarse con objetos de países lejanos y las exposiciones se generalizaron".

En este caso Scholz apunta que las circunstancias en las que se adquirieron los artículos variaron enormemente: “Los objetos fueron encontrados, entregados, intercambiados, comprados y, a veces, adquiridos en circunstancias en las que los misioneros aprovecharon las relaciones de poder asimétricas que caracterizaron el contexto colonial”, de lo que se desprende que la sutil definición de “relaciones de poder asimétricas” ¿Se referiría a circunstancias sospechosas de expolio?.

Las colecciones se ampliaron hasta mediados del siglo XX, los misioneros recolectaron y comenzaron a coleccionar especímenes botánicos o de insectos, artesanías o arte como pasatiempo, y luego los trajeron de regreso a Alemania.

La presencia de Alemania en el proceso colonial americano se limitó a parte de los territorios de Venezuela, durante el siglo XVI cedidos por Carlos V, y posteriormente en la hoy Guayana francesa diferentes islas durante los siglos XVII y XVIII, compartiendo estas conquistas con los holandeses.

Posteriormente en el siglo XIX y en un proceso que se debería considerar migratorio, más que imperialista, se crearon varios asentamientos industriales y comerciales alemanes en Brasil, Argentina, Chile y Perú La última concesión colonial alemana en Ámerica la otorgó Cuba cuando regaló en 1972 a la extinta RDA, la isla de Cayo Largo del Sur (Cayo Ernest Thelman). Probablemente de los asentamientos alemanes de Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Chile exista menor información y menor relación con la iglesia católica alemana, aunque si con otras organizaciones más relacionadas con la acogida de refugiados nazis, que con la labor misionera.

Entre las comunidades religiosas que cooperan con el proyecto de Colecciones de Misiones Históricas se encuentra el monasterio franciscano de Bardel Bad Bentheim. El monasterio alberga un museo que contiene alrededor de 600 objetos traídos de Brasil desde la fundación de la misión en 1922. Las misiones franciscanas siguen activas en el noreste de Brasil y en la región amazónica, en su papel de defensa y desarrollo de las comunidades indígenas.

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