Los lienzos iban a ser vendidos junto con valiosas piezas de arte latinoamericano de distintas épocas. La investigación del caso, reaviva la discusión sobre los mecanismos que favorecen la circulación ilícita del patrimonio cultural peruano en los mercados internacionales del arte.
Las dos obras, Huida a Egipto y La Virgen Peregrina, de artistas desconocidos, fueron robadas en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, una iglesia histórica en Puno, Perú. El robo se descubrió en 2012 y las pinturas finalmente terminaron en el mercado norteamericano.
La Unidad de Tráfico de Antigüedades de Manhattan comenzó a investigar a fines de 2023 cuando se enteró que en la oferta de la Sala Doyle de Nueva York y tenían prevista su venta en octubre.
Fue un periodista peruano, del medio Ojo Publico quien reconoció y avisó a la sala Doyle y luego contactó a las autoridades.
El Ministerio de Cultura del Perú señala que se trata de las obras perdidas. Los lienzos iban a ser vendidos junto con valiosas piezas de arte latinoamericano de distintas épocas. La casa anunció que cooperará con las autoridades en la investigación del caso, que reaviva la discusión sobre los mecanismos que favorecen la circulación ilícita del patrimonio cultural peruano en los mercados internacionales del arte.
Los precios de salida de las obras eran tenía un valor estimado de entre 7.000 y 10.000 dólares para La Virgen Peregrina y 8.000 a 12.000 dólares para La huida a Egipto
Ambos cuadros están incluidos en una alerta de robo del Ministerio de Cultura de Perú, emitida el 11 de mayo del 2015, que sirve de base para la búsqueda de estas obras en todo el mundo, donde se indica la sustracción de 16 objetos del patrimonio histórico del templo, entre los que había coronas, potencias y seis lienzos, cada cual con las fotografías de registro de la época, para facilitar su identificación. La alerta indica que el robo se produjo el 9 de febrero del 2012, y que el episodio fue objeto de una denuncia policial registrada en la comisaría del distrito de Chucuito.
El Ministerio de Cultura señaló que las obras puestas en subasta son las que fueron robadas en Puno. "La evidencia de fotografías antiguas es suficiente para solicitar la repatriación", dijo Evelyn Centurión, directora de la Dirección de Recuperaciones del Ministerio de Cultura del Perú (MINCUL).
Las dos pinturas presentaban importantes diferencias con las fotografias originales. Habían sido restauradas y mostraban evidentes repintes puesto que cuando fueron robadas estab en pesimo estado de conservación.
En efecto, el gobierno peruano llevó a cabo una extensa catalogación de su patrimonio histórico y cultural a lo largo del pais en los años 80 y 90, independientemente del estado de conservación de las piezas. De esta manera han ido identificando a pesar de repintes y restauraciones posteriores las obras robadas.