O nos enteramos o no nos queremos enterar.
Un BIC español como el Tesoro de los Quimbayas es inalienable y propiedad de los españoles y por tanto ningún politicastro puede disponer de ella. Por el otro, el galeón San José es, de acuerdo con la Convención de Protección del Patrimonio Cultural Subacuático de la Unesco de 2001 y que reconoce que los buques militares sumergidos pertenecen a su país de origen, es decir que es un buque del Reino de España, pero es que además es un cementerio de 570 españoles. Tampoco es de su propiedad ni puede disponer de él. No me cansaré de repetirlo.
Hace unos meses ya anuncié que la voracidad mediática y querer ser el protagonista del musical acarrearía desgracias para el Patrimonio Español manejado por un señor que cree, que puede como un presidente bananero cualquiera disponer de lo que no es suyo, en este caso junto a otro policastro del mismo collar.
Según INFOBAE, Urtasun ofrecería a Colombia, país que no firmo el acuerdo de UNESCO anteriormente citado por conveniencia propia, la solución siguiente: España colaborará con Colombia en el rescate del San José a cambio de no continuar con su aspiración absurda de reclamar el Tesoro Quimbaya, que fueron un regalo de Colombia a España en 1893.
La maniobra es torticera donde las haya y muy al gusto de un ministro que suele lanzar la pedrada y esconder la mano. Aprovechar la “nocturnidad” del verano para que pase desapercibida, también entraría en el mismo tipo de comportamiento.
¿Quién es un ministro para negociar con dos bienes patrimoniales inalienables que pertenecen al pueblo español?.
El ministro ya sabe que haberse metido en el asunto de la restitución del Tesoro de los Quimbaya es una quimera imposible puesto que forma parte del Patrimonio español. Es decir, Inalienable. Lo único que ha conseguido ha sido su minuto de gloria y titulares a costa del aluvión de críticas expertas que han dicho que no confunda el tocino con la velocidad. No hay nada que descolonizar en un regalo de estado.
Una pantomima similar y ridícula como a la que llevó a cabo en el Parlamento Europeo en julio del 2023 reclamando el engorde controlado de las ocas para la elaboración del foie gras.
Por otro lado , ofrecer a Colombia el apoyo para recuperar el Galeón San José, no es otra solución que ocultar que los caribeños no solo,no disponen ni de la tecnología, ni de la infraestructura ni de los medios suficientes para llevar a cabo una recuperación científica y de acuerdo con una operación subacuática de esta envergadura., sino que además, como en la cacareada restitución de bienes artísticos según la Ley de Memoria Democrática, denota de nuevo la flaqueza del Estado español para enfrentar un proceso legal
El rescate del San José y su tesoro, no es más que un expolio por parte de Colombia que no firmó el Convención de Protección del Patrimonio Cultural Subacuático de la Unesco de 2001 y en el que España participa bajo la amenaza: O cooperan ustedes o lo harán las empresas privadas norteamericanas de caza tesoros.
Si alquien cree que se respetará por parte de Colombia el acuerdo según el cual garantiza que España, el estudio y la documentación del pecio y no su extracción, siempre y cuando no exista riesgo real de expolio” y que el tesoro del San José se quede donde está, en el fondo del mar, es de una ingenuidad que raya con la discapacidad.
También se desoyen las reclamaciones indígenas que están queriendo aportar sus reivindicaciones lógicas y que tanto colombianos como españoles que a pesar de sus políticas de descolonización cultural , siguen ignorando.
Como explica el experto y jurista José Mº Lancho: España ha desistido de diseñar una política de Estado en torno a su patrimonio cultural sumergido, nunca antes había considerado dar de lado la inmunidad soberana sobre sus pecios históricos, siquiera para facilitar el entendimiento con un país amigo. Es un grave error sobre el que la opinión pública debería estar informada y poder pronunciarse.
Nos cabe peguntar ¿El gobierno de España participa en un auto expolio?, ya que cederá a un tercero lo que por el convenio de la UNESCO de 2001 pertenece a España.
Por mi parte empiezo a sospechar que la pregonada Descolonización propuesta por el ministro, no es más que una cortina de humo. En aguas de Colombia pueden haber más de 640 pecios españoles más. Si como apunta Lancho no hay política de Estado entorno a su patrimonio sumergido en aguas no territoriales ¿Esta cesión a Colombia no sería más que una claudicación vergonzosa por parte de España ante su incapacidad?.
Desgraciadamente por parte del ejecutivo, sólo parece eso: Una concatenación de soflamas sin continuidad de solución o sin solución viable y titulares propios de un estado de campaña electoral permanente contentando al votante y tal vez, buscando puertas giratorias en el los países del Caribe del Tratado del Puebla.