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El Estado de Baviera todavía esconde cuadros procedentes del expolio

JORGE LLOPIS PLANAS

Domingo 09 de marzo de 2025

A pesar de las últimas resoluciones del gobierno alemán en relación a los procesos de restitución de obras de arte procedentes de las incautaciones del periodo nazi, en las que se parecía que se había llegado a un acuerdo para unificar los criterios de devolución de los diferentes estados, el periodico alemán Süddeutsche Zeitung, lanzó un informe la semana pasada, que ha resultado explosivo en la opinión pública alemana : Las colecciones de Arte del Estado de Baviera todavía conservan más de 200 obras de arte procedentes de aquel momento.

No obstante la gravedad del asunto que desvela dicho informe, radica en que las obras no han revelado al público en general ni a los herederos que reclaman la devolución.

La restitución del arte expoliado durante la época nazi, sigue siendo una cuestión candente en Alemania. Es una obscura página que de hace décadas se ha convertido en una losa para los diferentes gobiernos para intentar reparar esta parte de la historia alemana.

El informe de Süddeutsche Zeitung es demoledor. No sólo identifica las obras que todavía posee de autores como Klee o Picasso, sino que indica que el museo ni siquiera ha identificado a los propietarios o familias propietarias. Una información sin precedentes sobre la política de restitución del Estado bávaro, información que este estado nunca quiso dar.

Este documento revela sobre todo en algunos casos según el cual, el Estado de Baviera parece llevar años jugando un doble juego con las obras de arte de Pablo Picasso, Paul Klee y Max Beckmann, piezas destacadas de la colección bávara.

El informe de 900 páginas ofrece información detallada 200 obras de arte de las Colecciones de Pintura del Estado de Baviera, cada una con fotografías y una historia meticulosamente contada de cada obra, reconstruida por investigadores de procedencia a lo largo de años de trabajo. Cada uno de ellos es diferente. Pero todas las obras tienen algo en común: están clasificadas como “rojas”, por ser arte saqueado por los nazis. Además de las 200 obras clasificadas como “rojas”, hay otras 800 que están marcadas como “naranja” y, por tanto, se sospecha que son arte expoliado

Muchas de las historias de procedencia contienen detalles a los que la seca jerga técnica difícilmente hace justicia. Todavía se esgrimen argumentos que parecen ser contradictorios para la burocracia museística germana como "confiscaciones" por parte de la Gestapo, de empresas comercializadoras de arte arianizadas, de ventas de emergencia y de colecciones abandonadas durante la fuga. Se cita tanto cartas desesperadas como de informes de subastas. Varias de las obras de arte en cuestión pertenecieron en su día a figuras del NSDAP, como Göring, Bormann o Heinrich Hoffmann. Oficialmente muchas de stas obras no poseen documentación, argumento empleado para haber paralizado o tan siquiera, haber sido objeto de investigación por parte de las instituciones.

Los Principios de Washington dejan claro que no todos los documentos se encontrarán después de 80 años. Si la sospecha de que se han robado obras de arte es plausible, la carga de la prueba recaería en los museos, no en los demandantes.

La propia ministra de Cultura Alemana, Claudia Roth ha declarado que sería un escándalo, si estos datos se estuvieran ocultando deliberadamente, acusando a las Colecciones de Pintura del Estado de Baviera de falta de transparencia.

Todo esto contradice los Principios de Washington de 1998, un compromiso voluntario de 44 estados para investigar el robo de arte nazi y garantizar “soluciones justas y equitativas”, generalmente la devolución del arte y en los que Alemania ha sido uno de los países especialmente comprometidos, como no podía ser de otra manera. Aunque está claro, que todavía algunas instituciones y sus estados son reacios a aplicarlos.

Como se ha comentado anteriormente, la disposición federal de Alemania ha sido durante años la excusa perfecta para esta situación. Cada estado tenía sus procedimientos y comités propios de restitución y por tanto han tenido capacidad para eludir durante décadas sus decisiones respecto a los acuerdos internacionales, ya que hay que recordar que no son vinculantes.

El ministro de Arte y Ciencia, Michael Blume (CSU), del Estado de Baviera ante la gravedad de la información del periódico, insiste en la importancia que tiene para él la restitución del arte expoliado: "Se trata de la cuestión de cómo abordamos nuestra propia historia y cómo logramos establecer la justicia”, instando a las Colecciones de Pintura del Estado de Baviera a publicar todas las obras catalogadas como "rojas" o "ámbar" en el registro gubernamental de arte expoliado por los nazis, lostart.de , y a publicar toda su investigación de procedencia, sujeta al consentimiento de los herederos.

¿Influirá la publicación del informe del Süddeutsche Zeitung en las decisiones del comité de restitución del Estado de Baviera?. No seamos demasiado optimistas, sino todo lo contrario, ya que desgraciadamente sobrevuela la sospecha y las dudas ¿Pueden haber más “informes imprevistos” sobre otras instituciones en Alemania? ¿Por qué los museos alemanes son tan reacios todavía a las restituciones del expolio nazi? ¿Los museos alemanes temen perder algo que obviamente, no es suyo?.

Con este tipo de actuaciones, Alemania continuaría enfrentándose a una responsabilidad histórica, como país heredero de un innegable pasado, que debería haber superado y un evidente, al menos publico, desprecio a las victimas y descendientes de aquel expolio artístico.

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