Hablar de obras falsas es algo que perturba al mercado y a los coleccionistas, ya que pone en duda la credibilidad de un negocio que ya es bastante opaco de por sí. NINGÚN comerciante honrado puede afirmar “a mí no me ha pasado”.
El Grupo de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional adscrita a la Generalitat Valenciana (AGV) desde su creación en enero de 2014 es la unidad especializada en la detección, investigación e incautación de obras de arte falsas que se han puesto, y continúan poniéndose en circulación en España. Han incautado 6.524 objetos, entre ellos: 958 obras pictóricas, 167 escultóricas, objetos arqueológicos, armas de fuego, objetos históricos como libros o campanas, herramientas de expoliadores, etc. Solamente sumando las pinturas y esculturas su valor de venta asciende a 396 millones de euros.
Pecados del Arte ha visitado al grupo en Valencia. Sus instalaciones son modestas, pero en la puerta de acceso el logotipo con las Torres de Serranos, ejecutado por José María Yturralde, motivo de orgullo para el grupo y señal de identidad, nos recuerda indica que hemos llegado.
Su responsable, el Subinspector Antonio López nos enseña las instalaciones hasta el último rincón “no tenemos nada que esconder”, declara. Por nuestra parte sabemos que hay investigaciones en curso y ni se nos ocurre curiosear ni pedir exclusivas…La cantidad de obras entre pintura, estampas y esculturas es apabullante. Un número que crece cada día. En la actualidad, el grupo acumula más de 300 obras incautadas: algunas han sido cedidas de forma definitiva por los juzgados que instruyen las causas, o sus legítimos propietarios y serán destinadas a un futuro museo o a la docencia policial, mientras que otras continúan siendo analizadas por el un equipo de investigadores. Como suele ocurrir, los recursos humanos disponibles resultan, a todas luces, insuficientes, especialmente si se considera la complejidad y la naturaleza especializada de esta labor.
El grupo es un auténtico museo de la falsificación. La cantidad de obras falsas incautadas, permitió entre el 28 marzo y el 10 de septiembre de 2023 llevar a cabo la exposición “FALSO: El arte del engaño o el engaño del arte” con 117 obras de arte de diferentes autores afamados (108 pictóricas y 9 escultóricas) cuyo valor de venta sumaba los 128 millones de euros. Hemos visitado las instalaciones del grupo y realmente es apabullante la cantidad y calidad de la mayoría de ellas. Hay que reconocer que algunas de las falsificaciones son buenas , en otros casos, son burdos intentos que incluyen elementos propios del artista; barcas o bueyes que recuerdan a Sorolla, relamidos autoretratos de Goya, coloridos grabados de Miró o complejas composiciones de Sempere.
El Oficial de Policía, historiador del arte, nos indica que el mayor problema actualmente se centra en la obra gráfica seriada (estampas) por la cantidad de producción, proliferación y sobre todo por la calidad de las reproducciones realizadas.
El procedimiento de la investigación policial de una obra falsa es muy desconocido por el público y uno de los pasos fundamentales, la intervención o incautación de las obras falsas, es una cuestión controvertida por parte de profesionales y propietarios de este tipo de obras que aparecen en el mercado o son denunciadas ¿Exceso de celo? ¿Procedimiento habitual? ¿Evitar que esas obras desaparezcan y vuelvan a ponerse en venta en el mercado? El Subinspector Antonio López , con un Master en Patrimonio, lidera el grupo y explica detalladamente cómo se lleva a cabo una investigación y su seguimiento posterior.
¿Cuándo se inicia una investigación sobre la posible falsedad de una obra de arte?
A partir de una denuncia de un posible afectado o de la colaboración ciudadana, normalmente desde el sector profesional, advirtiendo sobre una obra sospechosa que está circulando o vendiendo. También en rastros y mercadillos callejeros, donde se intervienen directamente las obras que se sospechan que pueden ser falsas (firmadas), y por supuesto se emplea el Ciber patrullaje visitando webs de salas de subastas y portales de venta.
¿Cómo se realiza el ciber patrullaje y por qué?
Periódicamente se llevan a cabo visitas por las webs de subastas o galerías para conocer que se está vendiendo. Desde hace años esta búsqueda se ha ampliado a las tiendas Online, las más conocidas serían TODOCOLECCION, WALLAPOP o EBAY que están vendiendo obras de arte y objetos valiosos sin ningún tipo de control. Desde piezas arqueológicas hasta obras de Picasso. ¿Es sospechoso que una de estas tiendas web comercialice una obra por 10.000.000 €? Como mínimo, resulta extraño.
Teniendo en cuenta que el mercadeo de estas piezas fraudulentas ya se realiza habitualmente casi en más de un 90% de este mercado Online, y siendo el canal preferente de venta fraudulenta de este tipo de artículos, se desconoce si la Administración ha dotado de efectivos suficientes para investigar adecuadamente estos canales de venta, que hoy por hoy son un auténtico “coladero” para obras de arte, antigüedades, restos arqueológicos, y en los que se desconoce cuál es su procedencia legal o su originalidad. Por supuesto, no preguntamos por otros canales Online como la Dark Web (Deep Net, Dark Net en sus diferentes variantes más delictivas).
¿Cuál sería el procedimiento habitual en la investigación de una obra falsa en el mercado?.
Para hacerlo fácil al lector, podríamos decir que este proceso tiene tres fases:
Detección de la obra y su identificación:
Se tiene conocimiento de la obra y el procedimiento que se emplea para su venta. Se identifica la obra y la documentación que dice aportar (certificados, etc.). El análisis de documentación ya puede aportar indicios de estafa. El exceso de documentación aportada en una compraventa de una obra de arte no es garantía de originalidad, al contrario. No es una cuestión de cantidad de certificaciones, sino de quien las emite y que conocimientos las respaldan y que por supuesto, también se verifica “¿usted ha firmado este documento?”.
También se investiga su PROVENANCE, su trazabilidad, que nos indica el recorrido que la obra ha seguido a lo largo de la historia desde que el artista la creó hasta el momento actual.
En numerosas ocasiones encontramos sellos, pegatinas, anotaciones en los reversos de las obras que tratan de dar más credibilidad a las mismas. El falsificador intentará envolver en un halo de certeza y autenticidad la pieza agregando datos falsos.
Verificación física de la obra e intervención cautelar:
Si hay sospechas sobre la falsedad de la obra, se realiza una consulta preliminar con el mayor experto o depositario de los derechos de la obra del autor, lo que se conoce como Sucesiones o Comités, y si es internacional, con el que se considera mayor experto en España.
Es decir, antes de intervenir cualquier obra por su presunta falsedad se consulta a las personas más cualificadas.
Si la consulta previa genera dudas, se procede a la intervención cautelar de la obra con el fin de realizar su expertización física y estilística por parte de profesionales especializados en el autor correspondiente.
Judicialización:
Una vez intervenida la obra, se lleva a cabo su análisis físico y estilístico por el experto en el autor, quien emite un Informe Técnico que posteriormente se incorpora al atestado policial, mediante el cual se da cuenta de lo actuado a la Autoridad Judicial. En caso necesario, se recurre a estudios científicos complementarios (radiografía, fluorescencia ultravioleta, fotografía infrarroja, análisis de pigmentos, entre otros).
La Autoridad Judicial es quien aplica el derecho, ya sea condenando a los autores o archivando la causa al no apreciar indicios de criminalidad. Asimismo, es la encargada de determinar el destino final de las obras intervenidas.
Vemos pues que falsificar una obra no es únicamente realizarla. Hay un complejo proceso de elaboración de documentos y elementos igualmente falsos, como sellos y etiquetas, incluso informes de supuestos expertos que únicamente inducen a la confusión y con una clara intención: avalar la originalidad de la pieza. Este material complementario a la obra para ponerla en circulación es caro.
La cuestión de los informes de expertos es un tema que abordamos a menudo en Pecados del Arte y que va a depender de la finalidad, veracidad de los métodos empleados, conclusiones y legitimidad de quien los realiza.
¿Qué pasa una vez la pieza se declara falsa?
Se suele recomendar al juez tres opciones:
¿No es una medida que podría considerarse hasta radical?
Hasta hace poco (enero de 2014), las obras falsas se devolvían a sus propietarios sin que se tomara ninguna medida. Cuando estas obras falsas se devuelven a sus legítimos propietarios sin que se adopten medidas, un alto porcentaje de ellas vuelve a aparecer en el mercado poco tiempo después. Tras permanecer almacenadas por sus propietarios durante un período, se comercializan nuevamente, pero de manera más discreta, generalmente con el objetivo de recuperar el dinero invertido.
Desde el sector profesional, existen quejas sobre el procedimiento de incautación cautelar. Surge la pregunta: ¿por qué se interviene una obra?
También surgen quejas sobre las demoras de los procedimientos y las resoluciones judiciales.
Estos procesos no son sencillos y siempre se acompañan de informes completos realizados por expertos o peritos designados, lo que a veces, supone ya una primera demora. Después nos hallamos ante cuestiones administrativas propias de los juzgados, totalmente ajenas a nuestra labor.
¿Un ejemplo?
Como ejemplo, consideremos una obra intervenida, que estaba firmada y comercializada como original de “Picasso”. Un dibujo titulado “Deux figures et colombe”
En enero de 2004 el Grupo de Patrimonio Histórico detectó en una inspección regular de ciber patrullaje y concretamente en la página TODOCOLECCIÓN, un dibujo a lápiz de colores sobre papel, 38,8 x 29,7 cm, firmado y fechado “Picasso 6.10.56”, que se publicitaba como original por valor de 200.000 €. Se averiguó quien era el vendedor, y en una primera fase se consultó su originalidad con el Museo Casa Natal Picasso de Málaga. Técnico de dicho Museo manifestó que tenía la convicción que se trataba de una obra falsa, así como que su original pertenece al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Tras tener conocimiento de que se trataba de una presunta obra falsa, el Grupo de Patrimonio Histórico solicitó la colaboración de la Jefatura Superior de Policía de Castilla-La Mancha para que, a través de la Comisaría Provincial de Albacete, se procediera a la citación de la vendedora, con el fin de tomarle declaración e intervenir la obra objeto de investigación para realizar su estudio físico y estilístico.
Una vez intervenida la obra de forma cautelar, la investigación continúa y se procede a la verificación con la máxima autoridad oficial sobre el autor, “PICASSO ADMINISTRATION” en París, presidida por Paloma Picasso tras la muerte de su hermano Claude Picasso.
El 16 de julio de 2024, el COMITÉ PICASSO, departamento de PICASSO ADMINISTRATION, emitió un informe técnico en el que se indica que: “Esta pintura no es una obra de Pablo Picasso. Se trata de una COPIA del dibujo de Pablo Picasso que forma parte de la colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid.”
En el anuncio WEB se indicaba por los vendedores que “estaban a la espera de confirmación” por parte del comité Picasso. Se da la circunstancia que el propietario de la obra, ya solicitó en 2016 al mismo comité, la autentificación del dibujo, según indica Picasso Autentication y entonces ya se indicó que era falsa. Dato que no se incluye por supuesto en el anuncio.
En este caso, –continúa el Subinspector López–, en julio de 2024 se remitió al Juzgado de Instrucción nº 1 de Albacete, que conoce de la causa, un oficio en el que se adjuntaban cuatro informes técnicos: tres de ellos emitidos por PICASSO ADMINISTRATION y un cuarto por D. R.P.B, sobrino-nieto y derechohabiente del pintor Benjamín Palencia, así como responsable del archivo y autor del catálogo razonado de su obra, siendo la persona más cualificada para determinar y verificar la autenticidad de las obras de dicho autor.
Desde Pecados del Arte comprobamos que este dibujo, “Deux figures et colombe”, está efectivamente incluido en el catálogo razonado del artista (Zervos) . También verificamos que es una serie con varias versiones (4). Hay otra cuestión a tener en cuenta. Las versiones “oficiales” están fechadas en septiembre de 1956. No hay ningún otro fechado en octubre. Por otro lado, las medidas de la pieza falsa 38,8 x 29,7 cm difieren del tamaño de la serie original: 26,5 x 20,8 cm. Las series y temáticas similares, son aspectos que emplean los falsificadores habitualmente para realizar sus “obras”.
¿Se debería empezar a plantear una especialización judicial para los delitos contra el arte?
Al igual que ya existen tribunales específicos y especializados para delitos económicos, de violencia de género, ciber seguridad o terrorismo, nos olvidamos a menudo o queda como anécdota informativa, que los diferentes delitos relacionados con el patrimonio histórico y artístico, y que se situarían después del tráfico de armas, drogas, prostitución y ciber delincuencia entre las modalidades delictivas que más dinero ilegal generan a nivel mundial. Desde la puesta en marcha del grupo se han intervenido 6.524 objetos históricos y artísticos, y cuyo precio sumando únicamente los artísticos ascienden a 396 millones de euros.
Muchos profesionales y técnicos privados del sector, reclaman mayor participación y colaboración en estos procesos, sobre todo los laboratorios especializados en análisis bioquímicos, grafotécnicos y documentalistas, en una colaboración que sería una oportunidad enriquecedora entre el sector público y privado, para facilitar y agilizar las investigaciones, ya que también tienen una experiencia acumulada en estas tareas. Algo que todavía queda en una quimera.
El apoyo externo a la administración es muy raro, a menos que un profesional sea designado como Perito Judicial (ya que una empresa no puede serlo). Así mismo los recursos para poder contratar este servicio no son escasos, sino ridículos por parte de la Administración de Justicia.
Es posible que los cuerpos policiales cuenten con este tipo de recursos tecnológicos, ahora bien ¿Son capaces de asumir un volumen tan importante? ¿Están actualizados como en el sector privado?. La respuesta es No y No.
Las tradicionales opiniones académicas o de un experto, se han demostrado a veces insuficientes, cuando no incluso erróneas en algunos casos, y los comités de artistas, cada vez son más reacios a dar veredictos definitivos.
Las unidades especializadas españolas de lucha contra delitos del patrimonio, tanto de la Policía Nacional (Brigada de Patrimonio Histórico), Grupo de Patrimonio Histórico de la UPNACV, como Guardia Civil (Unidad de Patrimonio Histórico de la U.C.O.), están consideradas entre las tres primeras del mundo, después del el Comando Carabinieri per la Tutela del Patrimonio Culturale (TPC) de los Carabineri Italianos, a pesar de contar con unos recursos estimados del 10% respecto a los transalpinos. Quizás por todo ello, si hay que buscar responsables en las demoras y procesos, habría que “apuntar más alto”.
Surgen preguntas:
¿Con qué recursos cuentan nuestros cuerpos policiales para llevar a cabo procesos de autentificación definitivos y sin fisuras?.
¿Debemos plantearnos abiertamente y sin complejos que los procesos de autentificación tradicionales deben dar paso a una mitología multidisciplinar?.
¿Hasta cuando deberemos soportar la excusa de la saturación administrativa judicial como un “mantra” permanente?.
¿Podemos permitirnos presumir de nuestros cuerpos policiales y avergonzarnos de nuestra Administración de Justicia?.
¿Deberíamos disponer de tribunales competentes y especializados en estas materias debido a la importancia del volumen de casos, y generar las importantes sumas de dinero fraudulento?.
Y por último ¿Para cuando un Museo de la Falsificación “permanente” que sirva como institución científica y divulgativa?.
imagenes cedidas por el Grupo de Patrimonio Artístico de la Policia Nacional Adscrita a la Comunitat de Valencia