falsos

La red trabajaba con varias casas de subastas cómplices en Italia para vender las piezas. Para garantizar la credibilidad de las subastas, se organizaron exposiciones en toda Italia y se publicó un catálogo de las obras de arte.

El negocio de la autenticación de obras de arte es un asunto delicado que puede dar lugar a costosas demandas judiciales por parte de coleccionistas cuyas obras de arte valiosas pueden perder su valor si reciben un veredicto negativo.

Con la cancelación al menos ha evitado “blanquear obras falsas” mediante la publicación de un catálogo expositivo.

iban a subastar en València y Barcelona por 37.000 euros

Habían vendido obras de Dalí entre £ 2.000 y £ 3.000 y obras de Picasso por £ 5.000 a £ 20.000 desde octubre de 2016 hasta junio de 2018 en un plan de inversiones de arte.

Las falsificaciones estaban elaboradas en un taller de Zaragoza, algunas vendidas a 1500 euros. Hasta el momento se han intervenido 9 obras y se tienen contabilizadas 25 ventas más, con víctimas ubicadas en España, Alemania, Suiza, Estados Unidos y Escocia

La acusación revelaría una organización criminal con su anterior director De Groff al frente con la intención de blanquear las obras de Basquiat mediante una exposición, antes de ponerlas a la venta en el mercado.

Desde su creación en 2014, hasta hoy, según el precio de venta, únicamente las obras pictóricas y escultóricas intervenidas asciende a 376.000.000 €

Se desconoce el volumen de su producción de falsos. Desde el escándalo de los Basquiat y el Museo de Arte de Orlando, se sospecha que estuvo implicado parcialmente en su comercialización.

Según la demanda, el ex director Aaron De Groft pretendia veneficiarse de la eventual venta de los Basquiats falsos y planeó posteriores exposiciones de obras supuestamente de Tiziano y Pollock.

La investigación se inició en 2015 destapando una trama de fraude y blanqueo de dinero que implica a importantes y reputados anticuarios franceses de la talla de Laurent Kraemer o Bill Pallot

Las donaciones no han cumplido las exigencias de notificación que requiere la NAGPRA (Ley de Protección de Restos Funerarios Nativos).