Patrimonio

La UPV en la recuperación del Patrimonio Fotográfico valenciano después de la DANA.

el laboratorio "Salvem les Fotos" de la Universitat Politècnica de València (UPV), puesto en marcha tras la trágica dana del 29 de octubre de 2024 (Foto: © UPV).

340 000 fotografías intervenidas. 200 personas voluntarias. 3 000 álbumes recibidos de 400 familias. Son los números del proyecto Salvem les fotos UPV. Recuperar las memorias.

Viernes 07 de noviembre de 2025

REDACCIÓN Según informa VALENCIA PLAZA, la Universidad Politécnica de Valencia está llevando a cabo un proceso de recuperación de los archivos fotográicos familiares y públicos dañados por la DANA del pasado año.

El proyecto Salvem les fotos UPV. Recuperar las memorias. ha llevado a cabo intervenciones en más de 340,000 fotografías, las cuales provienen de 3,000 álbumes enviados por 400 familias. Para lograr esto, se cuenta con la colaboración de 200 voluntarios.

"La conservación de cada fotografía, sin importar su modestia, representa una marca de nuestra historia, y preservar cada imagen es como preservar nuestra propia existencia". Así lo manifiesta la restauradora Esther Nebot, reflejando el sentimiento compartido por los profesionales que forman parte del Laboratorio “Salvem les Fotos” de la Universitat Politècnica de València (UPV). Este laboratorio fue creado tras la devastadora dana del 29 de octubre de 2024 y, a lo largo de este año, ha logrado recuperar miles de imágenes y, en consecuencia, innumerables recuerdos de quienes sufrieron las consecuencias.

La devastación provocada por el lodo que inundó aquella trágica jornada dejó gran parte de la provincia de Valencia en un estado semidestruido, junto con los objetos personales y enseres de los ciudadanos afectados, incluidas sus fotografías. Este "patrimonio cotidiano", como lo describen las familias que vivieron la barrancada, es irremplazable. En el barro no solo emergieron escenas de autores anónimos, sino también valiosas obras firmadas por pioneros de la fotografía en España, que poseen tanto un valor personal como público.

Descubrir en medio del barro, casi ilegibles, estos nombres y retratos del siglo XIX resultó ser una experiencia muy emocionante para los restauradores y conservadores. Además, las fotografías están elaboradas con procedimientos sumamente interesantes y presentan los sellos históricos de los estudios, lo que revela la meticulosidad con la que trabajaban.

Los especialistas destacan las obras del estudio de Antonio García, quien se especializa en retratos familiares y sociales.

La firma de Antonio García aparece en varios de estos retratos que poseen un notable interés histórico. Aunque su nombre puede no ser familiar para muchos en la población valenciana y española, este fotógrafo se destacó enormemente en su campo y, además, fue el suegro del célebre pintor valenciano Joaquín Sorolla.

Nebot destaca que, además de las numerosas fotografías que todos podemos tener en casa, vinculadas a bodas, bautizos, comuniones y otros momentos felices de la vida familiar, han llegado al laboratorio piezas que nos enlazan con los inicios de la fotografía profesional en España.

Otro nombre destacado en este contexto es Kaulak, seudónimo de Antonio Cánovas del Castillo y Vallejo, quien era sobrino del fundador del Partido Conservador. Este fotógrafo y polifacético intelectual madrileño goza de un gran reconocimiento por sus "retratos de estudio muy elegantes", además de ser considerado un referente en la evolución de la fotografía moderna en España, como señala la especialista.

"Se puede afirmar que, a pesar de haber sido encargos privados en su momento, -continúa- poseen un valor público, ya que son un testimonio de la manera en que se representaba la sociedad en aquella época, así como de la estética empleada, las modas y la forma de posar frente a una cámara".

De manera similar a objetos singulares.

La experta enfatiza que "estas fotografías proporcionan una forma de entender muy bien lo que es la cultura visual de finales del XIX y principios del XX". Además, destaca que el equipo "sigue tratando tanto estas piezas como el resto de fotos que han recibido como si fueran objetos únicos".

La importancia de la conservación del patrimonio para la identidad colectiva es resaltada por Nebot, quien también reflexiona sobre el impacto de las crisis: "Hasta que no se sufren no somos conscientes de la trascendencia a nivel social. Aquí, sobre todo y ante todo, ha habido pérdidas humanas y, después, materiales, pero también ha habido una pérdida cultural que supone un roto para la sociedad porque la cultura es un motor social".

"Aún queda mucho por aprender y trabajar para entender en qué situación nos encontramos y si tenemos la capacidad de enfrentar este tipo de catástrofes sin que su impacto a nivel social nos afecte tanto", afirmó.

La experta ha señalado que, dentro del proyecto de recuperación de fotografías, tienen la intención de desarrollar un protocolo que "aporte ese grano de arena para que en otra situación similar sepamos actuar".

Profesionales indispensables.

El papel del conservador y restaurador ha sido reivindicado como fundamental para la protección tanto del patrimonio cultural como del patrimonio cotidiano, que incluye la fotografía familiar. Además, se ha enfatizado que "deben ser profesionales cualificados los que deben intervenir el patrimonio porque, muchas veces, una mala práctica, aunque sea con buena intención, puede causar daños irreversibles".

El proyecto ha recibido un apoyo constante por parte del Grupo Español de Conservación del International Institute for Conservation (GEIC), que también ha creado una red de voluntarios conservadores y restauradores en España. De esta manera, se asegura que, en situaciones de crisis y contextos de emergencia, siempre sea un profesional quien se encargue de proteger el patrimonio en peligro.

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