«Cuando salí de la embajada griega después de entregar el trozo de mármol, sentí una satisfacción muy especial. No sé ni cómo describirla... Sentí que había hecho algo bueno».
REDACCIÓN. Desde EKATTHIMERINI llega una de esas historias humanas relacionadas con el patrimonio , dignas de respeto y agradecimiento. Enrico Tosti-Croce, un ingeniero chileno jubilado de 78 años, ha devuelto a Grecia un “recuerdo” de su padre, un ingeniero de la Marina Italiana, que en la década de los 30.
Se trata de un fragmento de mármol apenas 8,2 por 11,4 centímetros «Subió a la Acrópolis durante ese viaje y se llevó este trozo como recuerdo. Me dijo que era del Partenón», recuerda Enrico y ha ocupado desde siempre un lugar destacado en el salón de su casa familiar en Chile.
El origen es como otros tantos recuerdos: Durante la Segunda Guerra Mundial, su padre, Gaetano, sirvió como ingeniero jefe en un submarino italiano. Al sur de Creta, fueron atacados por los británicos y hundidos. No hubo combate naval previo; los británicos lograron interceptar las señales del submarino y seguir su rumbo. Gaetano fue uno de los rescatados, posteriormente hecho prisionero y enviado por los británicos a la India. Tras la guerra, fue repatriado y, en 1947, nació su primer hijo, Enrico Tosti-Croce y en 1950 emigraron a Chile.
Enrico Tosti-Croce conducía por Villarrica, en el sur de Chile, cuando escuchó en la radio a principios de 2025, que el gobierno griego solicitaba al Museo Británico la devolución de sus famosos mármoles del Partenón. Cuando escuchó la noticia, se dijo : '¡Guau, tengo un pequeño pedazo del Partenón!'”, y pensó: «Es mi responsabilidad devolverlo», y envió un correo electrónico a la embajada griega en Santiago informando sobre la pieza. La embajada le solicitó una fotografía y detalles sobre su forma y peso.
Posteriormente, durante un viaje a Santiago, entregó el fragmento de mármol en la embajada. Enrico indicó al funcionario que lo recibió, que agradecería cualquier información sobre la parte del Partenón de la que procedía. Tosti-Croce declara: «Cuando salí de la embajada griega después de entregar el trozo de mármol, sentí una satisfacción muy especial. No sé ni cómo describirla... Sentí que había hecho algo bueno».
Meses después, recibió una carta del Ministerio de Cultura helénico agradeciéndole su gesto. Se sorprendió al saber que la pieza probablemente procedía del primer templo monumental de la Acrópolis, construido en la primera mitad del siglo VI a. C.
Según a la Eforía de Antigüedades de la Ciudad de Atenas, el fragmento No procede del Partenón, sino que se atribuye a un templo arcaico construido en la colina de la Acrópolis. Es probable que pertenezca al Hekatompedon, un templo dórico períptero, precursor del Partenón, que las fuentes antiguas denominan Hekatompedon, erigido durante el reinado de Pisístrato, alrededor del 550-570 a. C.
Este mes de noviembre, la Embajada de Grecia en Santiago de Chile tiene previsto homenajear a Enrico por la devolución del pequeño fragmento de mármol. «Me sorprendió mucho cuando me enteré», comenta. «No creo merecer un agradecimiento tan grande. Fue un simple gesto que surgió de lo más profundo de mi corazón».