Ante la falta de documentación por parte de los portadores, ha sido necesaria la colaboración del Instituto Geológico y Minero de España y el Museo de America para confirmar su originalidad, procedencia y datación.
Según informaba la AGENCIA TRIBUTARIA, el pasado 11 de noviembre, la Unidad de Análisis de Riesgos de la Aduana del aeropuerto de Bilbao y agentes de la Guardia Civil, ha intervenido en dos actuaciones diferentes diversos bienes arqueológicos y paleontológicos que han sido catalogados como patrimonio histórico de México y Ecuador.
La primera intervención tuvo lugar a comienzos de agosto de 2025, durante un control de equipajes en la sala de llegadas del aeropuerto de Bilbao a un pasajero procedente de México vía Madrid. En una de las maletas inspeccionadas, los agentes localizaron cinco piezas de diferentes tamaños y formas con impresiones petrificadas de organismos marinos, que levantaron sospechas por su antigüedad y valor científico.
El pasajero manifestó haberlas adquirido en una localidad mexicana, sin poder aportar la documentación necesaria que acreditara su origen ni la autorización para su exportación.
Remitida consulta al Instituto Geológico y Minero de España para su estudio y valoración, concluyó que los fósiles correspondían a formaciones geológicas del noroeste de México. A raíz de este informe, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México comunicó oficialmente que las piezas formaban parte del patrimonio cultural mexicano, solicitando su devolución para evitar el comercio ilegal de bienes de valor histórico o artístico.
Tras recibir el informe, se procedió a instruir diligencias por una presunta infracción de contrabando cometida por el pasajero.
La segunda actuación se produjo el pasado 10 de agosto, cuando agentes de la misma unidad procedieron a la inspección física del equipaje de un pasajero procedente de Madrid. Tras visionar este por ‘rayos X’, se detectó un objeto de piedra que resultó ser un hacha o azada prehispánica, con un peso cercano a un kilo.
Tras el correspondiente depósito y consulta a la Subdirección general de Registros y Documentación de Patrimonio histórico–Servicio de Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, el Museo de América confirmó que la pieza, valorada en 3.000 euros, formaba parte del patrimonio arqueológico ecuatoriano, concretamente del denominado Periodo de Integración. (800-1535 d.C.) Estos periodos se caracterizaron por avances en agricultura (terrazas), metalurgia (oro, plata), cerámica y navegación.
Ante la falta de documentación que amparara su exportación, se levantó una denuncia por una presunta infracción administrativa de contrabando, quedando la pieza a disposición de la Autoridad Aduanera.
Una vez confirmada la autenticidad de ambos hallazgos, y en coordinación con las embajadas de México y Ecuador en España, se han iniciado los trámites diplomáticos para la restitución de los bienes culturales a sus países de origen.