La Red Himaya es un grupo de investigación internacional para luchar contra el tráfico ilícito de manuscritos en el Medio Oriente, África del Norte y Asia Central.
REDACCIÓN. Según Informa The Art Newspaper un grupo de investigación denominado Red Himaya con base en Qatar, ha estado trabajando con Interpol para identificar manuscritos históricos de origen musulmán traficados ilegalmente a Londres, París y Amsterdam para su venta.
La Red Himaya es un proyecto conjunto entre la Biblioteca Nacional de Qatar y la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias (IFLA), que trabaja para detener el tráfico ilegal de manuscritos en el Medio Oriente, África del Norte y Asia Central.
En colaboración con la Interpol, la Organización Mundial de Aduanas y un equipo con sede en la Biblioteca Nacional de Doha, la Red Himaya identificó varios manuscritos que había sido robado entre 2016 y 2019 y que estaban la venta en las principales casas de subastas internacionales.
Stephane Ipert, director de colecciones especiales de la Biblioteca Nacional de Qatar declara: “En 2020 descubrimos a través de nuestro equipo de expertos que algunos manuscritos coránicos importantes de Kabul estaban a la venta en París, Londres, Ámsterdam e Irán. En Londres, concretamente, fue el experto en manuscritos persas, Francis Richard quien identificó un Corán excepcional a la venta en Sotheby's Londres”. Richard lo había visto y catalogado en 2016 en el Archivo Nacional de Afganistán en Kabul”. Los subasteros lo tenían catalogado como 'Un Corán iluminado magnífico y muy raro'".
Actualmente se está tratando recuperar este manuscrito, pero no va a ser fácil. El Archivo Nacional de Afganistán nunca declaró el robo y se desconoce el número real de manuscritos robados que forman una preciosa colección de más de 6.000 Coranes de la era Timurid (siglo XIV).
Si bien Sotheby's retiró el manuscrito de su subasta el año pasado por la presión de Himaya, Ipert dice que otras piezas de la colección han estado reapareciendo en casas de subastas de todo el mundo. Su equipo encontró uno en una subasta holandesa en mayo pasado, pero se vendió antes de que pudieran detenerlo. Otro era anunciado en redes sociales en Irán. También identificaron otros ocho manuscritos en una tienda Online de personas asociadas con el antiguo gobierno afgano, que anunciaba la venta de un antiguo Corán por más de un millón de dólares.
La Red Himaya ha organizado varias reuniones con el fin de evaluar estrategias para proteger el patrimonio no solo en Afganistán, sino también en otros estados como Libia e Irak, donde los vacíos políticos, la corrupción y la miseria se mezclan en un caldo de cultivo propicio para el tráfico ilegal.
El resultado de estas reuniones ha sido el desarrollo de un nuevo programa informático en dari y pastún para capacitar a los funcionarios, hacerles cumplir la ley y advertir sobre los riesgos del contrabando.
Está previsto que La próxima colaboración de la Biblioteca Nacional es con el Proyecto Athar (Trafico de Antigüedades e Investigación de Antropología del Patrimonio) para rastrear y monitorear el tráfico ilegal de manuscritos en sitios de redes sociales como Facebook y Tiktok.
Stephane Ipert asegura están trabajando contra reloj para catalogar y digitalizar el inventario en el Archivo Nacional de Kabul y otras instituciones importantes en Afganistán.
También asegura que los talibanes está mostrando una postura mas abierta con respecto a la protección del patrimonio, en marcado contraste con la destrucción de los Budas de Bamiyán por parte de los talibanes en 2001.
Tal vez el señor Ipert ha olvidado que una cosa son Coranes islámicos y otra, estatuas de Buda del siglo V reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.