La obra pertenecía al marchante holandés Jacques Goudstikker. La pintura salió al mercado y se ha vendido muchas veces durante los últimos 70 años. En este caso la sala de subastas ha actuado correctamente y propuesto una solución a satisfacción de ambas partes.
REDACCIÓN. ¿A qué tipo de acuerdo llegan el propietario de una obra que desconocía que era robada y los herederos del dueño de la obra aunque la vendiese de "manera forzosa"?.
Según informa THE TIMES esa no sería la cuestión más interesante en este caso de restitución, porque otras dudas no hay.
La sala de subastas Sotheby’s acaba de descubrir recientemente que una pintura de Van Ruysdael que iba a poner en venta. Un lienzo, “El río Vecht con el castillo Nijenrode al fondo” que había sido propiedad del marchante judío holandés Jacques Goudstikker, uno de los mayores expertos en Grandes Maestros Holandeses del momento. La colección del coleccionista fue inspeccionada personalmente por el mismo Herman Goering, por tanto cuando se ocupó Holanda, el marchante se vio forzado a venderla en su totalidad al Jefe de la Luftwaffe por un precio irrisorio. La colección de Jacques Goering estaba perfectamente detallada en su libro y constaba de 1.200 piezas (1.113 numeradas).
Gracias a ello, Goudstikker puedo salir de Holanda rumbo a Inglaterra en 1940 pero falleció desnucado durante la travesía. Al finalizar la guerra los “Monuments Men” de la MFAAS (Monuments, Fine Arts, & Archive Section) encontraron las obras en las colinas cercanas a Berchtesgaden, donde Goering lo había trasladado ante el avance del Ejército Rojo al final de la guerra. Devolvieron la colección a Holanda, sin embargo, el gobierno holandés en lugar de devolverlos a la esposa de Goudstikker, quien intentó su recuperación desde 1946 a 1952, la retuvo como parte de la Colección Nacional de los Países Bajos en el Rijksmuseum. Sólo en 2006 se avinieron a restituir únicamente 202 cuadros a la familia Goudstikker.
La obra , “El río Vecht con el castillo Nijenrode al fondo” salió al mercado y ha sido vendida en varias ocasiones y el actual propietario la heredó de sus padres. La llevó a Sotheby’s y allí descubrieron por las etiquetas del reverso que la obra era la nº 2772, registrada en el catálogo de Goudstikker.
La cuestión es que la obra se ha vendido legalmente durante 70 años, pero tiene esa “mancha” en su Provenance. Su propietario actual fue muy cooperativo una vez que se le alertó del problema. Pero, ¿Quién se resiste a tener una obra robada por Goering que está indexada en las listas de obras robadas por los nazis?. ¿Quién querría venderla? ¿Por cuánto se vendería finalmente? ¿Se vendería siquiera? Desde luego es un riesgo. O así lo habría podido explicar Sotheby's al propietario legal.
“En casi todos los casos que tratamos, la persona que nos llega con una obra procedente del expolio nazi es una víctima inocente además de la víctima del Holocausto. Tratamos de ayudar a las personas a llegar a una solución a un problema del que ninguno de ellos es culpable”, agregó Lucian Simmons, Responsable de Restituciones de Sotheby's.
Ahora la pieza esta tasada en 300.000 libras y es de suponer que Sotheby’s habrá propuesto la solución salomónica: Venderla y que propietario actual y herederos de Goudstikker lleguen a un acuerdo económico, previo pago de la comisión a la sala de subastas, claro está.
*************
En la redacción de Pecados del Arte hemos encontrado un asombroso parecido de esta obra con la pintura: “Una vista del río Vecht con un ferry, pescadores y el castillo de Nijenrode en la distancia” óleo sobre lienzo de 67 x 90 cm, 1663 y de Salomon Ruysdael, en la Colección Carmen Thyssen Bornemisza de Madrid y , también adquirida en Sotheby’s en 1999. En este caso la procedencia está especificada en la ficha del cuadro.