La turba ha destrozado y vandalizado en un solo día edificios y obras de arte. UNESCO, el Gobierno y expertos siguen trabajando para hallar piezas entre los escombros ¿Cuáles serán las consecuencias penales?.
READACCIÓN. En un ataque que ha sido comparado con el asalto al Capitolio de EE. UU. en enero de 2021, miles de simpatizantes del ex presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, irrumpieron en la sede del gobierno de la nación el pasaso domingo 8 de enero, irritados por afirmaciones infundadas de fraude electoral protestar por nombramiento del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Especialistas del IPHAN (el Instituto Nacional de Patrimonio Histórico y Artístico) y Ministerio Cultura de Brasil aún están recopilando datos sobre los daños registrados ayer en el Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal (STF) para certificar las consecuencias exactas de los ataques al patrimonio y declarar qué obras necesitarán restauración .
Además, ya está confirmado que los actos de vandalismo han arruinado varias zonas de estos edificios, derrumbando valiosos elementos patrimoniales.
La multitud invadió la Praça dos Três Poderes de Brasilia Los edificios y obras que fueron destruidos:
Palacio del Planalto, Palacio de la Presidencia fue especialmente vandalizado. Diversas obras de arte fueron atacadas y su restauración va a ser difícil sino imposible:
Edificio del Congreso Nacional
Supremo Tribunal Federal
“ Justiça” (1961) Alfredo Ceschiatti. la escultura de piedra fue pintada con la frase “perdeu mané” ("Perdiste, tonto")
Los alborotadores vestidos con los colores verde y amarillo de la bandera nacional rompieron ventanas, derribaron muebles y arrojaron computadoras e impresoras al suelo. Volcaron la mesa en forma de U donde se reúnen los jueces del Supremo Tribunal Federal, derribaron la puerta del despacho de un juez y destrozaron una estatua emblemática frente al tribunal. Los interiores de los edificios monumentales quedaron en estado ruinoso.
Se desconoce cuales serán las medidas penales por estos ataques y destrucción del patrimonio artístico y cultural brasileño, ya que de momento tampoco se ha aclarado el numero de detenidos y mucho menos dudamos pueda identificarse a los autores.
Lamentablemente nos tememos que a parte de la condena política a los organizadores, estos lamentables hechos queden impunes.