Desde 2003 y en repetidas ocasiones, Ali y Hicham Aboutaam en su Galeria Phoenix Ancient Art Gallery con sede en Ginebra y Nueva York han sido investigados por fraude documental, tráfico ilícito y falsificación de antigüedades. Sus ramificaciones comerciales alcanzarían a ISIS y Agence France-Muséums
REDACCIÓN .- Después de una investigación que ha durado 6 años, finalmente el Tribunal de Ginebra encontró culpable al conocido anticuario libanés-ginebrino Ali Aboutaam de contrabando y en algunos casos de falsificación de documentación.
Aboutaam ha sido condenado a 18 meses de cárcel y pagar 450,000 francos suizos (490.000 €) en costas legales, aunque finalmente el Tribunal ha decretado Suspensión de pena. Esta suspensión incluye un periodo de prueba para el comerciante de 3 años.
El equipo legal del anticuario ha declarado: "Señor Aboutaam afirma que continuará en el mundo de las antigüedades para las generaciones futuras y que siempre ha favorecido (Aboutaam) el valor cultural del arte antiguo asegurando su preservación para que pueda seguir siendo apreciado por la mayor cantidad de entusiastas”.
De acuerdo con estas declaraciones por lo visto, nos hallamos ante un benefactor…
Su equipo legal no ha dudado en continuar exculpando al contrabandista: “Dentro del embrollo legal de la legislación nacional, los tratados y convenciones internacionales y su enredo e inconsistencia, el señor Aboutaam no ha sido siempre capaz de ajustarse a las normas vigentes, razón por la cual las autoridades de Ginebra abrieron una investigación en su contra”. Dejando claro que el contrabandista no podía hacer otra cosa para continuar con tan “filantrópico” cometido.
La biografía de Ali Aboutaam no tiene desperdicio. Según la revista LE TEMPS no se sabe sí se trata de un absoluto cínico o un trastornado infantil cuando justifica reconociendo que : “Entre los miles de artefactos antiguos examinados (más de 16.000) solo 18 obras, parecen estar documentadas de manera cuestionable, es decir un 0.01 por ciento. Eso es por debajo de los requisitos legales”. Es decir: Se ha estafado, pero poco.
Ali Aboutaam y su hermano Hicham Aboutaam dirigen Phoenix Ancient Art Gallery tienda con sede en Nueva York y Ginebra. La galería norteamericana está siendo investigada por el FBI bajo la sospecha de blanqueo de piezas expoliadas y traficadas en Siria e Irak por ISIS desde 2015.
Hicham y Ali Aboutaam han llamado la atención de las autoridades en el pasado. Una investigación de las aduanas americanas de 2003 descubrió que estaban “presuntamente traficando con arte y antigüedades obtenidas ilegalmente”.
En 2004, un tribunal egipcio condenó a Ali Aboutaam en rebeldía a 15 años de prisión tras ser acusado de contrabando de artefactos de Egipto a Suiza
Entre 2016 y 2018 los hermanos Aboutaam también vendieron varias obras al Louvre Abu Dhabi a través del entramado de la Agence France Muséums.
Retomando la sentencia del Tribunal de Ginebra y según el fallo, al menos 46 objetos de Siria y Egipto permanecerán bajo la custodia del gobierno suizo por tiempo indefinido.
Aboutaam dijo que “no se sabe qué harán las autoridades suizas con las piezas confiscadas, ya que no tienen ni idea de sus países de origen y además las piezas no han sido reclamadas por nadie”.
Con semejante historial y semejante desfachatez en sus declaraciones no se lograría entender como este traficante haya podido obtener una suspensión de condena. Por supuesto queda una segunda opción: Haber pactado con las autoridades suizas un intercambio de información sobre sus vinculaciones internacionales en estos delitos de tráfico ilícito, falsedad documental o incluso con sus pasadas vinculaciones con sus proveedores de ISIS.