REDACCIÓN. Varios medios italianos se hacen eco de las alegaciones del senador Italiano Roberto Menia y de la Asociación Reivindicativa de la Memoria Histórica Raíces para reclamar la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento, del «Mausoleo del Escudo», también conocido como Piramide degli Italiani en el Valle de Valdebezana (Burgos).
El senador, en su nombre y como político adscrito a la Cámara Alta de la República Italiana, expresó «pública y formalmente su profundo agradecimiento» y respecto a la Asociación Reivindicativa de la Memoria Histórica Raíces, por «su loable iniciativa de solicitar la incoación del correspondiente expediente administrativo para la declaración de BIC»,
Roberto Menia declara que la pirámide es propiedad de la República de Italia y que su autoría también corresponde a dos italianos, al arquitecto, acuarelista y escultor Atillio Radic y al padre Giovanni Bergamini con el objetivo de albergar y homenajear a los 384 voluntarios italianos que cayeron en la batalla de Santander, durante la Guerra Civil española. Posteriormente, los cuerpos fueron repatriados a Italia en 1971 y al Sacrario Militare Italiano de la Iglesia de San Antonio en Zaragoza],
Para el senador italiano resulta innegable que el monumento posee un evidente valor artístico que la sitúa en el ámbito de la protección histórico-artístico y cultural de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico español, así como de «la Ley 12/2002, de 11 de julio, de Patrimonio Cultural de Castilla y León y cuyo expediente dice esperar que “termine mediante resolución que así lo declare y goce de una especial protección».
Un paso que blinda la estructura ante cualquier amenaza contra su integridad, con “independencia de la interpretación que se le quiera atribuir dice el italiano, aunque el paso del tiempo ya ha hecho mella tanto en su interior como en la fachada del túmulo. Actualmete la piramide presenta un lamentable y hasta peligros estado de conservación y no conserva ningún símbolo , más allá de la cruz que indica que fue un mausoleo para los muertos.
Menia dice haber «tenido conocimiento a través de la prensa española», el pasado 6 de febrero, de la «decisión del Gobierno español de derribar» la pirámide, al catalogar el monumento como «un claro ejemplo de exaltación del franquismo y el fascismo que atenta contra la Ley de Memoria Democrática». Asimismo, que «las autoridades locales, están en contra de la demolición y proponen dejarlo en pie». Apunta que, «según me informan, el sentir de la mayoría de los vecinos» es que «sería una auténtica barbarie y despropósito demoler la Pirámide de los Italianos».
Roberto Menia reitera a título particular que «la destrucción o vandalismo de vestigios del pasado es peligrosa y expresa una actitud radicalizada, lamentablemente ya observada con consternación en otras partes del mundo. De aplicarse la ley provocaría la destrucción de gran parte del patrimonio artístico y arquitectónico de la humanidad, una actitud destructiva de aniquilamiento muy ajena a la cultura europea y que no encuentra cabida en la conciencia civil y en la pertenencia común a la Unión Europea».
La Junta de Castilla y León abrió el pasado febrero el expediente para la declaración BIC, un paso administrativo que requiere de informes favorables de al menos dos entidades consultivas. Si esta acción no fructificase, la Consejería de Cultura podría incluir la pirámide, la única existente en España, en el Inventario de Bienes del Patrimonio Cultural.