Esta nueva tipología de vándalos que los italianos ya califican de SelfiCretini (SelfiCretinos) han sido muy activos este verano en Italia, olvidando las fuertes multas previstas
REDACCIÓN. El pasado lunes 4 de septiembre, un alemán de 22 años fue detenido en Florencia por dañar la estatua de mármol de la Fuente de Neptuno en la Plaza de la Segnoría , después de trepar a ella para posar para una fotografía.
El SelfiCretino De un salto se subió luego a la pata del caballo , llegó a la base del carruaje y, después de que unos amigos le tomaran algunas fotos, regresó. Durante el descenso volvió a poner el pie en la pata. El hombre fue captado por imágenes de las Cámaras de Circuito Cerrado TV municipales. Las autoridades informaron que un trozo del casco delantero del caballo esculpido, una sección del carro de Neptuno y parte de la fuente de donde emerge la estatua resultaron dañados o rotos debido al peso del turista al descender después de tomarle las fotografías.
El turista ha causado daños por valor de 5.000 euros a la estatua de 4 metros de altura al romper pedazos en varios lugares durante su descenso.
El alcalde de Florencia, Dario Nardella, compartió las imágenes y una foto anónima del turista parado en la base de la estatua a través de X (antes Twitter), y señaló que el culpable “pagará una multa considerable”. El arquitecto responsable del mantenimiento de los monumentos de la ciudad, Tommaso Muccini, calificó al turista de “imbécil” y afirmó que las reparaciones de la estatua se realizarían en octubre, según el plan de mantenimiento programado regularmente.
La Fuente de Neptuno fue diseñada por el artista renacentista Baccio Bandinelli en 1559, y realizada por Bartolomeo Ammannati en 1574. La estatua conocida por los florentinos como el "biancone" (Gigante Blanco), ya ha sufrido daños por vándalos en varias ocasiones. En 1981, a uno de los caballos de piedra que tiraban del carro en forma de concha de Neptuno se le rompieron los cascos delanteros. Un año más tarde, durante la noche después de que la Fiorentina ganara el campeonato de fútbol, el hombro de la estatua se pintó de azul brillante. En 1986 y 1989 se volvieron a romper los cascos de los caballos. En 1991, un hombre vestido sólo con calzoncillos subió a la estatua en un intento de quitar el anillo de metal puntiagudo que las autoridades habían colocado en su cabeza para mantener alejadas a las palomas y sus excrementos.
Este fue el último incidente de una serie de denuncias contra turistas que han infringieron y causado daños a monumentos históricos y sitios del patrimonio cultural en toda Italia durante el verano.
En Agosto, una mujer escaló por la Fontana de Trevi en Roma para refrescarse. El mismo mes , un grupo de influencers alemanes destrozó una estatua de Enrico Butti de 150 años de antigüedad mientras filmaban en una villa en Viggiú yen Florencia dos alemanes pintaron graffitis relacionados con el fútbol en el Corredor Vasari (Galería de los Uffizi) en Florencia.
En junio, otro turista fue filmado grabando sus nombres y los de su pareja en una pared del Coliseo con una llave.
En abril pasado, el Ministerio de Cultura italiano propuso una ley que impondría multas de cinco cifras para quienes destrozaran el arte, la arquitectura y los sitios del patrimonio cultural italiano, que fue aprobada por unanimidad durante una reunión del Consejo de Ministros, pero aún no se ha adoptado como ley italiana.