El pasado 15 de noviembre en la cena anual del British Museumal amigo George Osborne, ya saben el Presidente del British Museum,no se sabe si bajo los efectos del Oporto o porque no quería hablar sobre la pifiada de los robos en el museo, volvió a plantear el asunto de los dichosos Mármoles del Partenón, con la ocurrencia esta vez, de prestarlos a Grecia, pero si los griegos a su vez les prestan a ellos alguna pieza valiosa e inédita en Inglaterra. Es decir un intercambio cultural con rehenes.
Es de suponer que el primer ministro griego Mitsotakis, ya está hasta el gorro de tanta diplomacia y politeness y vete tu a saber si con un Ouzo de más, dijo en la BBC el pasado domingo 26 de noviembre, que “estas esculturas pertenecen a Grecia” y que “fueron esencialmente robadas” y que “no se trata de una cuestión de propiedad, sino un argumento para su reunificación” en Atenas, añadiendo que la división de los mármoles entre Londres y Atenas era como “cortar la Mona Lisa por la mitad”.
Esas declaraciones no sentaron nada bien a Rishi Sunak, el Premier británico que canceló la reunión prevista con el griego el martes 28, emplazando a Mitsotakis en su lugar a una reunión con el viceprimer ministro, Oliver Dowden. El griego que ya había hecho el viaje, lógicamente la rechazó cabreado.
“Quiero expresar mi disgusto por el hecho de que el primer ministro británico cancelara nuestra reunión programada unas horas antes de que tuviera lugar”, dijo con toda razón Mitsotakis después de haberse chupado 3.200 km para que lo dejasen colgado de la brocha.
Para acabar de arreglarlo, el Secretario de Estado de Transporte del Reino Unido, Mark Harper, explicó el mismo martes a la BBC que “el Gobierno británico ya ha dejado muy clara su posición sobre los mármoles del Partenón, que es que deberían quedarse como parte de la colección del Museo Británico”.
No se entiende porque tuvo que decir nada el Secretario de Transportes en el asunto, cuando todos pensamos que los más apropiados hubiesen sido Johnny Mercer, Ministro de Estado para Asuntos de los Veteranos que se pasa el día comiendo sándwiches de queso Feta y pepino o el Lord Canciller del Ducado de Lancaster, Oliver Dowden, cuyo jardinero se llama Spiros y es de Mikonos.
Una fuente del Partido Conservador ha dicho que “tras los comentarios sobre los mármoles (de Mitsotakis) se hizo imposible celebrar la reunión. Es temerario que un político británico sugiera que esto está sujeto a negociación”.
Es de suponer que después del plantón, Mitsotakis, se fue a ver a algún primo o se iría a comprar un paguas en Harrod’s o daría vueltas por las tiendas del Dutty Free de Heathrow haciendo tiempo hasta el próximo avión de regreso a Atenas y que será lo único que se llevará del Reino Unido.
La pregusta es simple ¿Por qué los ingleses hacen perder el tiempo a los griegos? ¿Por qué el presidente del British Museum no se calla, si sabe que los dichosos frisos no van a salir nunca de Inglaterra?.
Aunque la verdaderamente interesante es ¿Cuándo tardará la Monty Phyton o Rowan Atkinson (Mr. Been) en ofrecernos el final de esta serie?.