Se habla de una “mejor experiencia para el visitante” pero la realidad es que el museo esta preocupado por el creciente numero de atentados e intentos de vandalización de la pintura.
Según declaraciones del director del Louvre Laurence de Cars, se están planteando seriamente trasladar el más famoso bien de su colección La Mona Lisa de Leonardo Da Vinci a una nueva ubicación.
Las palabras del director apuntaban a una “mejor experiencia del público” , cosa que es muy comprensible ya que la Gioconda está considerada por el público visitante como “La Obra Maestra más decepcionante del mundo”.
En la temporada alta del museo, el icónico lienzo del maestro del Renacimiento atrae a más de 20.000 espectadores al día. Después de hacer cola durante horas, los visitantes generalmente solo pueden disfrutar de unos pocos segundos con la pintura, y muchos los usan para tomarse una selfie con su enigmática sonrisa sujeto.
No obstante a nadie se le escapa que la Gioconda en los dos últimos años ha recibido ya varios ataques de los Ecocretinos y otros vándalos, convirtiéndolo en uno de los cuadros más atacados del mundo.
En el pasado abril el museo recibió una amenaza de bomba dirigida al cuadro. El 24 de enero de 2024 lanzaron sopa. El 5 de junio de 2022 un pastel, en 2009 le lanzaron una taza de te, en 1974 pintura roja y en 1956 una pedrada.
El nuevo plan del museo para la pintura la ubicaría en su propia sala subterránea, donde los visitantes podrían acceder directamente, sin pasar por la entrada de la pirámide de vidrio del museo. Una segunda sala adyacente se utilizaría para exposiciones temporales. Si se implementa, se estima que el proyecto costará 500 millones de euros (530 millones de euros).
Es de suponer que el proyecto ilusionará a los Ecoimbéciles, ya que supondrá una reforma altamente contaminante.