La Fundación Stern alega que según los principios de restitución de los Aliados, la primera víctima de la persecución nazi es la que debe recibir una compensación, no las víctimas posteriores.
REDACCIÓN. Según informa THE TELEGRAPH , la Tate Gallery de Londres se enfrenta a una reclamación por parte de la Fundación Max Stern (Max Stern Art Restitution Project) para la restitución de una pintura de la colección del coleccionista Max Stern perdida durante el régimen nazi en Alemania.
Se trata del lienzo “La Vista del Palacio de Hampton Court” de Jan Griffier el Viejo, adquirida por la Tate Gallery en 1961 y que anteriormente había estado en una colección privada alemana hasta 1955.
Stern fue un marchante arte judío-alemán que perdió todas sus posesiones durante la persecución nazi . Antes de escapar del país se vio obligado a liquidar la galería de su familia en Dusseldorf, vendiendo cuadros a precios bajísimos, mientras que sus cuentas y activos fueron congelados y embargados.
Exiliado en Canadá, donó a importantes museos más de 166 obras de su colección. Cuando murió en 1987 legó a la Concordia University (Quebec) McGill University y Hebrew University Of Jerusalem la totalidad de sus fondos artísticos y bibliográficos y en 2022 se fundó definitivamente la fundación conocida como Max Stern Art Restitution Project, entidad dedicada a la recuperación de las obras de la colección de Max Stern perdidas durante el régimen Nazi y formada por historiadores de arte, archivistas, contables y abogados
Hasta la fecha Max Stern Art Restitution Project, ha logrado hasta ahora reclamar con éxito la restitución de 25 pinturas en 23 años.
No obstante parece que hay un pequeño inconveniente para esta restitución. El investigador principal del Proyecto de Restitución de Max Stern, dijo que tienen serias preocupaciones de que la compensación por la pintura de Tate se haya pagado a los herederos equivocados. Por lo visto en 1999 el gobierno ya habría pagado una indemnización por el cuadro de Griffier. La indemnización se produjo tras una reclamación anterior de los herederos de un banquero judío, cliente habitual de Stern que compraría la obra. El banquero fue fusilado en 1937 y su familia logró huir en 1939 a Bruselas donde se refugiaron y lograron vender varias obras para sobrevivir.
Es decir Stern vendió la obra (bajo presión o no) a otra victima de la persecución nazi y ahora el gobierno británico debería volver a restituir la obra.
El abogado de la Fundación Stern alega que : “Según los principios de restitución de los Aliados, ahora aceptados como reglas generales para los casos de restitución, la primera víctima de la persecución nazi es la que debe recibir una compensación, no las víctimas posteriores. Los Aliados establecieron una regla según la cual no depende de la relación entre el comprador y el vendedor para evaluar quién vendió bajo coacción. Depende de la relación del comprador con el régimen nazi como punto de referencia”.
La reclamación tendrá que ser decidida por el Government’s Spoliation Advisory Panel, (Comité Asesor del Gobierno), que resuelve las reclamaciones de personas, o sus herederos, que perdieron la posesión de bienes culturales durante la era nazi que ahora se conservan en colecciones nacionales del Reino Unido, ya que en última instancia, es el Gobierno el que paga las reclamaciones presentadas contra las instituciones británicas.
El asunto de las “restituciones dobles” no es una novedad. Muchos propietarios judío alemanes vendieron (o mal vendieron) sus propiedades para poder huir del régimen. También en muchos casos, como es este, esas propiedades fueron adquiridas por otros judíos que no tuvieron tanta suerte y fueron finalmente las víctimas y asesinadas por los nazis.
El argumento planteado por la fundación podría plantear dudas. ¿Era mejor acaso la relación del banquero judío (el comprador) con el gobierno nazi y fusilado en 1937?.