REDACCIÓN. El pasado mes de marzo con motivo de la Operación AUCTI y, tal como informaba Pecados del Arte, la Guardia Civil intervino 22 piezas de marfil que la casa Fernando Durán intentaba vender varios objetos de marfil sin el certificado CITES.
Ahora, Según informa INFOBAE, los propietarios de las pìezas, están siendo investigados por un probable delito de actividades ilícitas relacionadas con el tráfico ilegal de especies protegidas de fauna silvestre. Entre estas prácticas ilegales, destaca el comercio irregular de piezas de marfil.
La Justicia también ha citado como investigada a Paloma Durán, propietaria de Subastas Durán, que se supone que al estar especializada en el sector, debería haber informado a estos potenciales clientes de que sus piezas no se podían vender sin el certificado CITES.
Como se indicaba, los vendedores que intentaron poner en el mercado piezas de arte hechas de marfil, están siendo investigados en distintos juzgados de Madrid. Todos han declarado. En casi todos los casos, se trata de objetos que estos particulares tenían en casa, por herencia, y que han intentado vender para sacar algún dinero. Algunas piezas se habían valorado simplemente en 300 euros. Pero la Guardia Civil se ha centrado en la casa de subastas, que es la que ha querido vender los objetos elaborados con marfil sin la documentación que ampare ese comercio.
Hace tiempo, al PACPRONA de Madrid (Patrulla de Comandancia de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil le llamó la atención la comercialización de algunas tallas de marfil en la casa de subastas Fernando Durán.
A raíz de la reciente operación, se hicieron las comprobaciones pertinentes y constató que lo que se estaba intentando vender no tenía el certificado CITES. También se comprobó que se pretendían validar las piezas con Certificados de Antigüedad que ya no son válidos desde 2022.
En la Unión Europea, el comercio de marfil de elefante, tanto en bruto como elaborado, está prohibido con carácter general. “Su compra, venta, transporte y posesión con fines comerciales requieren un certificado CITES, expedido por la Autoridad Administrativa CITES Nacional. Sin esta autorización, su comercialización constituye un delito de tráfico de especies protegidas y, en caso de que el valor de las piezas supere los 50.000 euros, podría suponer una infracción penal por contrabando.
La normativa europea señala que hay excepciones para el comercio de marfil de elefante, si este elemento está en antigüedades e instrumentos musicales. Las primeras solo pueden venderse si puede probarse que el elemento de marfil fue adquirido antes del 3 de marzo de 1947 y su estado natural ha sido claramente transformado para crear el objeto. Para ello se necesita el certificado CITES. En el caso de instrumentos musicales que contengan piezas de marfil, como teclas de piano o arcos de violín, solo se pueden vender si el marfil fue adquirido antes de 1975.