Arte

Coleccionista demanda a Christie´s por desinformar deliberadamente sobre la procedencia de una obra.

"Femme dans un rocking-chair" (1956) de Picasso. La obra perteneció a José Mestre, condenado por narcotráfico en 2014. La provenance no lo indicaba... (Foto: © Christie's (catalogo subasta 28.2.23)).

La pintura perteneció a José Mestre, exdirector de Terminal Catalunya (Tercat), condenado en 2014 por trafico de drogas

Lunes 01 de septiembre de 2025
Este enfrentamiento judicial pone de relieve la importancia de la trazabilidad y la transparencia en las operaciones de arte de alto valor, donde la historia de una pieza puede ser tan determinante como su autoría o estado de conservación.

REDACCIÓN . Según informa INFOBAE, Sasan Ghandehari, un rico coleccionista de arte, está demandando a Christie's 5,5 millones de euros, pagados a cuenta en 2023 por un cuadro de Picasso salió a subasta por 16 millones de euro, en caso de que la venta quedara desierta, es decir, que no se vendiera. Finalmente, al no encontrar comprador durante el evento, Ghandehari, a través de su empresa Brewer Management, se vio forzado a adquirir la obra debido a una “garantía de subasta” previamente firmada.

La reclamación de Ghandehari, no sólo exige la cancelación del contrato , sino la devolución del importe pagado .

¿El motivo?. No haber sido informado de manera deliberada (supuestamente) por parte de la casa de subastas sobre la procedencia de la obra, que había sido propiedad de un individuo condenado por un grave delito de drogas.

La obra en cuestión es "Femme dans un rocking-chair" (1956) de Picasso. El cuadro había sido propiedad de José Mestre, exdirector general de Terminal Catalunya (Tercat) y principal operador de contenedores de carga en el puerto de Barcelona quien fue condenado por un delito relacionado con drogas en 2014 después de que la policía encontrara un envío de cocaína de 186 kg escondido en un barco de carga en 2010 y Christie’s argumenta que el hijo de Mestres, José Mestre Jr, era entonces el propietario de la obra en el momento de la venta.

El financiero por su parte alega que nunca habría firmado el acuerdo de venta de la pintura, si Christie's le hubiera informado previamente sobre la condena de Mestre, ya que el coleccionista "no quería que se pagara nada de su propio dinero a Mestre padre ni a ninguna persona relacionada con él".

La demanda de Ghandehari alega que Christie's hizo declaraciones claramente engañosas sobre la propiedad y procedencia del Picasso y que podrían encubrir “la posibilidad de que pudiera representar producto del delito”. Entre otras se dijo al comprador, que Mestre (padre). había muerto y que “todo estaba en regla” en relación con el historial de propiedad de la pintura, hecho que desmiente Ghandehari , afirmando que se enteró de que Mestre padre, parecía seguir vivo y había sido condenado por tráfico de drogas mediante una búsqueda en internet después de la subasta.

La demanda denuncia que Christie's aporto información claramente engañosa (o no informó del todo) sobre la propiedad y procedencia del Picasso y que podrían encubrir “la posibilidad de que pudiera representar producto del delito”, entre las cuales un ejecutivo de la sala dijo a Ghandehari que Mestre había muerto y que “todo estaba en regla” en relación con el historial de propiedad de la pintura, hecho que desmiente Ghandehari que afirma que se enteró de que Mestre padre, parecía estar vivo y había sido condenado por tráfico de drogas mediante una búsqueda en internet después de la subasta.

Más allá de las consideraciones éticas que se puedan esgrimir por parte de Ghandehari por adquirir una obra procedente de la colección de un delicuente, la realidad es que Los abogados del coleccionista argumentan que Christie’s omitió deliberadamente informar sobre este antecedente durante la transacción, lo que, a su juicio, ha generado un perjuicio económico. El vínculo con Mestre podría depreciar el valor de la pintura y dificultar su futura venta en el mercado secundario.

Pecados del Arte ha podido confirmar este aspecto consultando con fuentes privadas pertenecientes al segundo mercado, que confirman que la llamada colección Mestres quedó "marcada " a nivel interno a partir de 2014.

Una demanda que podría sentar precedente

La posición de Christie’s es diametralmente opuesta. La casa de subastas afirma haber proporcionado toda la información relevante a Ghandehari y mantiene su confianza en que podrá cobrar la suma total estipulada en el contrato.

Lo cierto es que, en la página oficial de Christie’s, se dice que la obra estuvo en la Galeria Louise Leiris, en Paris hasta 1958, aunque no se menciona al que había sido el actual propietario de la obra hasta ese momento.

Este enfrentamiento judicial pone de relieve la importancia de la trazabilidad y la transparencia en las operaciones de arte de alto valor, donde la historia de una pieza puede ser tan determinante como su autoría o estado de conservación.

El caso ilustra cómo los mecanismos contractuales y las obligaciones de información pueden convertirse en el centro de disputas millonarias en el sector del arte.

La demanda de Ghandehari no solo busca la restitución del anticipo, sino que también pretende sentar un precedente sobre la responsabilidad de las casas de subastas en la divulgación de antecedentes que puedan afectar la reputación y el valor de las obras que comercializan.

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