La sala de subastas podría haber facilitado a Yves Bouvier el procedimiento de compra y reventa de obras de arte facilitando información privilegiada y sobre tasación, con un beneficio superior a los 200 millones de dólares.
REDACCIÓN. Como no podía ser de otra manera y después de 8 años, un juez de nueva York ha aceptado a tramite la demanda del coleccionista ruso Dimitry Rybolovlev contra la Sala Subastas Sotheby’s en Nueva York.
El demandante afirma que el empresario suizo Yves Bouvier lo estafó con 1.200 millones de euros en la venta de 38 obras de arte por 2.000 millones de euros entre 2003 y 2014, incluido el famoso Salvator Mundi de Leonardo, no obstante Ryboloyev no va a actuar contra el marchante, sino contra Sotheby’s.
El juez ha considerado que Bouvier, según testimonio del mismo, actuó como distribuidor, libre de establecer sus propios márgenes de beneficio, y no como agente. El juez reconoció que los primeros contratos firmados entre Rybolovlev y Bouvier “no mencionaban ninguna relación de agencia” y que el suizo “no facturaba de manera fija o determinada una comisión, como sería típico de un agente”.
En cambio, si ha considerado que la actuación de Sotheby’s podría ser reprobable, ya que en el sumario de la instrucción se especifica que "varios empleados de Sotheby's estaban involucrados en las ventas de arte", incluido Samuel Valette, vicepresidente de ventas privadas de Sotheby's para todo el mundo de arte impresionista y moderno.
Rybolovlev, acusa a la casa de subastas de haber "ayudado e instigado a Yves Bouvier a cometer fraude, brindando "asistencia sustancial" a Bouvier para obtener alrededor de 1.000 millones de dólares por la venta de más 15 obras de arte”. El juez desestimó que al menos en 11 transacciones, no había elementos suficientes para concluir que Sotheby's tenía conocimiento del fraude.
El sumario detalla cómo Bouvier obtuvo enormes ganancias con obras que compró a través de Sotheby's y el alcance de su relación privilegiada con la sala de subastas: de 2005 a 2015 Sotheby's registró más de 800 transacciones con el marchante suizo.
Uno de los casos que podría ser sospechoso de fraude siguió este procedimiento: En 2011, Samuel Valette de Sotheby’s notificó la oportunidad de compra de una pintura de Picasso al representante de Rybolovlev, Mikhail Sazonov, que su propietario vendía por 150 millones de dólares, aunque estaría dispuesto a bajar a 107,5 millones. El propietario no era otro que Bouvier quien habría comprado el cuadro en Sotheby's por 62 millones de dólares, cobrando 107,5 millones de dólares a Rybolovlev, embolsándose 45,5 millones de dólares.
También en 2011 el cuadro “Domaine d'Arnheim” de Magritte se vendió al ruso por 43 millones dólares, aunque su propietario también era Bouvier, que lo habría comprado 3 días antes por 20.
Otro. En 2013, Bouvier recompró la escultura “Tête” de Modigliani por 8 millones de dólares y Sotheby's la tasó en 70 millones en 2014. Dicho de otra manera, Valette proporcionó a Bouvier materiales que inflaron el precio de la escultura.
Aunque tal vez el caso más famoso se el relacionado con la supuesta obra de Leonardo Da Vinci “Salvator Mundi”. En 2013 Bouvier adquirió la obra por 83 millones de dólares e inmediatamente la vendió a Rybolovlev por 127 millones de dólares. En 2017, Rybolovlev subastó la obra en Christie's, donde se vendió por la asombrosa suma de 450 millones de dólares, convirtiéndose en la obra más cara jamás vendida en una subasta al príncipe saudí Mohammed bin Salman Al Saud.
No obstante y a pesar de lo que ganó en la subasta Rybolovlev considera que Bouvier le estafó....
Bouvier, Sortheby’s y Rybolovlev un trío que todavía darán mucho que hablar…