Definir que es Cultura no es fácil. Es uno de esos términos con muchas aristas y empleado indistintamente por la izquierda o derecha según interese o se quiera instrumentalizar.
Desde que entré hace años en la universidad, aquí y allá, posiblemente he escuchado más de veinte definiciones y todas tiene algo en común: las variables de la evolución del ser humano o de la sociedad.
El término proviene del latín “Cultus” derivado del “Colere”, es decir cuidar del capo y del ganado. Y que Cicerón en el I a.C. empleó “cultura animi” que si no me falla el latín de 2ª de BUP significa “cultivar el espíritu” para referirse metafóricamente al trabajo de hacer florecer la sabiduría.
La cultura abarca aspectos como la religión, la moral , las artes, las costumbres, la ley , la historia o la economía de un determinado grupo. El término se utiliza para referirse a las distintas manifestaciones del ser humano y, según algunas definiciones, todo lo que es creado por el humano es cultura. Por tanto es producida, aprendida , transmitida y aceptada por un determinado grupo o sociedad.
Habitualmente la Izquierda lo emplea en un sentido más sociológico, universalista y
en un todo más evolucionista. Todo lo que define a una sociedad es cultura.
La derecha suele fijar límites o si prefiere, considera cultura aspectos más relacionados con las artes, el saber, la tradición y la historia como elementados preservadores o distintivos de una sociedad.
Ya les adelanto que ni izquierda y derecha cuentan la verdad.
Así podríamos entender que esto de la cultura es un gran cajón de sastre que sirve para todo. Hay quien está de acuerdo y quien no, que para gustos los colores.
Lo que si está claro, es que como la “cultura” tiene la dimensión que se le ha querido dar, cualquier noticia relacionada con ella, tiene su relevancia en los medios. Es decir ocupa o no portadas en mayor o menor medida.
Si la noticia cultural es de trascendencia incluso puede llegar a la polémica que es en gran medida lo que vende o de lo que vive el medio.
Hace años que las noticias de cultura cumplen otra función. Han trascendido a lo político y las ideologías. ¿También son cultura? Atendiendo a la definición (una de tantas) que he empleado, porqué no.
En esto hay que reconocer que la izquierda sabe emplear el asunto de la cultura de manera magistral y quien lo dude es tonto.
Hay otro uso para las noticias de cultura y es la de crear “cortinas de humo” y en esto de nuevo la izquierda es maestra indiscutible.
Si las cortinas de humo las protagonizan ministros peleones y polémicos, la cosa puede convertirse además en las llamadas Serpientes y no dejen de ocupar portadas, columnas de opinión, debates y cualesquiera formato. La cultura es un concepto etéreo y por tanto recurrente para sobremesas y soirés.
¿Para qué sirve una cortina de humo?, sencillo: para tapar la realidad, lo que verdad preocupa o debiera al ciudadano o las noticias verdaderamente trascendentales o si lo prefieren importantes. Crear el embrollo sin necesidad. Aquí juzguen ustedes quien sabe más de la materia, si izquierda o la derecha.
Si además la noticia cultural no es más que una sarta de ocurrencias (y hasta sandeces) del ministro peleón que las difunde, hay que asumir que una mano negra esta detrás.
La mano negra , siempre sibilina y sicópata, a veces incluso puede emplear las ocurrencias y sandeces para llevarse por delante al ministro peleón de turno y más si le viene impuesto por cuota de coalición. Es decir dejar que se churrasque él solito. ante tanta ocurrencia y sandez irrealizable.
Como estamos viendo últimamente, vivimos en una permanente Cultura de la Cortina del Humo.
Pero eso, ustedes y el ministro peleón, ya lo saben.