JALL. En la madrugada del pasado 30 de noviembre se perpetró un violento robo en FERIARTE según ha tenido conocimiento Pecados del arte, ya que FERIARTE no ha facilitado más información sobre este delito y la noticia ha "pasado de púntillas", de manera escueta y en pocos medios de comunicación
La escasa información que se ha ofrecido indica que el stand Casa del Rey IV Generación, contratado por el anticuario Roberto Pérez de Ávila, sufrió un ataque durante la madrugada del pasado sábado 30 de noviembre a domingo y fueron sustraídas diversas joyas y relojes de gran valor, que se encontraban en un vitrina de cristal reforzado y con cerradura. El ladrón o los ladrones, no pudieron forzarla y destruyeron el cristal de seguridad para sustraer las piezas, circunstancia que les daría igual, ya que tampoco sonó ninguna alarma ni por lo visto, acudió ningún vigilante, ya que sólo al dia siguiente a las 8 de la mañana, antes de abrir la feria, se informó a los propietarios de los hechos. Los ladrones únicamente robaron en este stand. “¿Dónde estaba la seguridad?“ pregunta en EL COMERCIO , Roberto Pérez propietario de Casa del Rey IV Generación.
Entre alguno de los participantes de FERIARTE a los que ha tendido acceso Pecados del Arte, se conjetura que el ladrón o ladrones pudieron incluso, haberse ocultado en algún espacio restringido del recinto, para poder actuar con total impunidad la noche del sábado al domingo. Si fuera así, llevaría a sospechar que el robo, como en la mayoría de este tipo de actuaciones, podría haber contado con la colaboración de alguien del personal interno, que habría facilitado tanto el acceso como más información, ya que por lo visto, a diferencia de otros expositores de joyas que habrían contratado cajas de seguridad, en este caso fue no así y por tanto el stand era especialmente vulnerable. Sospechas que no dejan en buen lugar a la organización de la que muchos consideran (o consideraban hasta ahora) la feria de arte y antigüedades más relevante de España.
La Policía se encuentra investigando el suceso. Fuentes de IFEMA afirman que no harán una valoración mientras se desarrolle la investigación policial.
Como apunta acertadamente la Dra. Minerva Parra-Peralbo en su perfil público de Linkedin:
“ Este incidente pone en evidencia la vulnerabilidad de un evento de alto nivel que debería contar con medidas de seguridad ejemplares. Que los ladrones hayan conseguido romper una vitrina de cristal reforzado genera serias preguntas sobre la eficacia de los protocolos de protección nocturna y el diseño del perímetro de seguridad en el recinto.
El impacto no solo afecta a las piezas sustraídas, de incalculable valor cultural y económico, sino también a la reputación de la feria y de las casas de antigüedades participantes. Esto supone un duro golpe que podría desincentivar la participación de otros expositores y coleccionistas en el futuro.
Este suceso subraya la urgente necesidad de proteger mejor el patrimonio cultural, tanto para evitar pérdidas irreparables como para reforzar la confianza en eventos de esta magnitud. Quizás sea el momento de reflexionar sobre la incorporación de tecnología de vigilancia más avanzada y una revisión exhaustiva de los protocolos de seguridad.
Por último, aunque IFEMA no suele asumir responsabilidad directa por pérdidas o daños, su actuación podría ser cuestionada si se demuestra negligencia en el cumplimiento de los estándares de seguridad. Este caso podría sentar un precedente importante para ferias y exposiciones en España”.