Jorge Llopis .- La Inteligencia Artificial ha llegado para quedarse. Una tecnología de la que todavía no se conocen sus límites y también sus posibilidades lo que no deja de crear polémicas sobre su utilización y como.
Probablemente la atención y mayor controversia sobre la IA, está básicamente en la valoración de esta herramienta como “Elemento creador”. Unos lo consideran una democratización de la creatividad al alcance de todos, otros una herramienta que facilita una fórmula de trabajar con infinitas posibilidades. Por otra parte, también se considera que la Inteligencia Artificial no es más que una automatización del plagio o que puede dejar al creador indefenso, cuando todavía se están definiendo cuestiones como quien es el autor y que derechos tiene sobre los trabajos desarrollados por el “Algoritimo”. ¿La Inteligencia Artificial copia o crea?.
En este articulo vamos a abordar el empleo de la Inteligencia Artificial en el mundo del arte como herramienta de trabajo. En este caso, en el complejo procedimiento del Análisis Pericial de la obra de arte. Una cuestión que igualmente despierta diferentes posturas en este sector.
De manera escueta podríamos resumir la aportación de la Inteligencia Artificial en este campo, como una herramienta de validación de alta precisión a partir del análisis y comparación de la obra de arte de un artista respecto a otras piezas realizadas mediante imágenes.
Así explicado parecería simple, pero no lo es en absoluto. No se trata del juego de las 7 diferencias, sino un procedimiento completo y exhaustivo que únicamente se puede llevar a cabo mediante de imágenes de altísima resolución lo que facilita determinar cuestiones determinantes como la pincelada o discriminar elementos no coincidentes, aunque probablemente, lo más interesante es que proporciona un alto grado de fiabilidad y la inmediatez en este proceso, cuestiones fundamentales para el mercado del arte.
Desde 2018 esta herramienta se ha implementado de manera progresiva por parte de algunos gabinetes periciales y también ha dado paso a la creación de nuevos servicios basados plenamente en esta tecnología.
En 2018 se creó Hephaestus Analytical que en su web reconoce que complementa Análisis tradicionales con tecnología moderna, con un alto grado de especialización en las Vanguardias rusas y con una clara línea de trabajo basada en la identificación de obra falsificada.
Vasarik, otro gabinete pericial británico, también ha incorporado Inteligencia Artificial en sus estudio.
En 2019 la consultora suiza Art Recognition inició su trayectoria y aseguran que se ha logrado identificar varias obras de arte con más de un 85% de éxito la originalidad de y por tanto no han dudado en emitir Certificado de Autenticidad para tres obras en una Sala de Subastas de Zurich.
En enero de 2023, Art Recognition fue noticia y se destacó en lo que The Guardian llamó “la batalla de las IA”. Proporcionando otro enfoque de IA, al de la Universidad de Bradford, realizó un estudio del Tondo de Brécy y determinó que era de Rafael con un 97% de “similitud entre las vírgenes” en esta y las pinturas confirmadas de Rafael, famoso por haber elegido un rostro ideal para sus figuras sagradas y reutilizar el mismo rostro en toda su obra. Sus seguidores replicaron el mismo rostro, este ideal de belleza. Así que, por supuesto, todos los rostros sagrados de Rafael y sus seguidores se ven prácticamente iguales.
La pregunta básica que hizo la Universidad de Bradford: “¿Coinciden estos rostros?”, fue incorrecta. Su software de IA también utilizó el reconocimiento facial como factor principal, sin tener en cuenta elementos como la pincelada, los fondos, las manos y sin proporcionar al software información sobre lo que no debe buscar. Art Recognition respondió con su propio estudio, que concluyó que había un 85% de certeza de que el Tondo de Brécy no era de Rafael.
La tecnología utilizada por la Universidad de Bradford no es adecuada: En marzo de 2024, Art Recognition utilizó IA para investigar un retrato dibujado atribuido a Alberto Durero de una mujer campesina, Vna Vilana Windisch (1505) y afirmó que la obra tiene un 82 % de probabilidades de haber sido realizada por Alberto Durero
Aunque probablemente el resultado más mediático ha sido la del autorretrato de Vincent van Gogh de 1889 que se encuentra en el Museo Nacional de Noruega y que lo clasifico como auténtico con una probabilidad del 97% como afirma el sitio web de la empresa. Esta verificación se produjo apenas unas semanas antes de que un equipo de expertos del Museo Van Gogh de Ámsterdam dictaminara a favor de la autenticidad de la pintura.
No cabe duda que la mayor controversia que despierta el empleo de la IA en el ámbito de la peritación y posterior certificación artística procede del sector profesional dedicado a esta actividad. Un sector que igualmente ha ido evolucionando en las última década gracias a la incorporación de la ciencia (bioquímica y luminiscencia) , además de la tradicional y convencional opinión del experto y académicos.
En todos los casos, estas empresas mantienen que esta tecnología se apoya en las formulas tradicionales de Investigación (documentación, Ojo Experto y ciencia), no obstante la pregunta que se hacen los profesionales es ¿Hasta cuando?, es decir, ¿Cuándo estas empresas evolucionarán y se convertirán en un desafóo o directamente en competencia directa?.
Para hacerlo sencillo, la tecnología IA de autentificación se basa en entrenar el algoritmo, es decir incluir (o cargar) datos (imágenes) sobre obras del mismo autor, originales y falsas. , así como copias, imitaciones e imágenes de artistas relacionados y artistas que pintaron en el estilo de. Evidentemente cuantos más datos mejor, ya que tendrán una mayor base comparativa para llevar a cabo los análisis y estudios. En algunos casos incluso se incluyen prácticamente los mismos datos de obras falsas que auténticas.
Los expertos y peritos no están únicamente preocupados por la irrupción de la IA en su sector como elemento competidor. En nuestro país muchos lo consideran incluso positivo, siempre que se tengan claro una serie de cuestiones que parece que todavía la Inteligencia Artificial no tiene resueltas como es el estudio y análisis de materiales presentes en la obra (barnices, capas pictóricas, repintes, o análisis de soporte (lienzo, madera, papel, etc.) ya que está tecnología emplea imágenes únicamente.
Así mismo la competencia entre las mismas empresa de Autentificación por IA es importante. Algunas dicen necesitar pocas imágenes y en cambio otras necesitan muchas más, por tanto surgen dudas sobre si finalmente estas empresas deberán especializarse ya sea en autores concretos y técnicas o incluso en sus objetivos: Determinar la originalidad o falsedad de una obra, que aunque parecería que es lo mismo, no lo es.
Surgen otras cuestiones tales como la validez legal que se basaría en la aceptación y certificación de este procedimiento.
La IA irrumpe pues con muchas preguntas todavía.
PECADOS DEL ARTE ha recogido varías de estas dudas de reputados laboratorios periciales en España y las trasladamos a Amaya Aramburu, Client Relations & Busineess Development de ART RECOGNITION AG con sede en Zurich. La empresa creada en 2019 se constituyó con el aval de los FONDOS UREKA de la Unión Europea y el apoyo de la Agencia de Innovación Suiza.
Entrenamiento de la IA
Obviamente esta tecnología todavía se enfrenta a grandes retos y tal vez el más importante sea el Entrenamiento de la IA. El entrenamiento se realiza con imágenes, aclara Amaya, no sobre obra original. Cuanta más información podamos incluir mejor para poder establecer patrones comparativos que es en lo que se basa el análisis por IA. El entreno de la IA se hace sobre imágenes en Alta Resolución de las obras del artista y como mínimo debemos disponer de 100 imágenes.
En 5 años ART RECOGNITION AG ha logrado entrenar a nuestro Algoritmo para acometer el análisis de entre 240 a 250 pintores relevante, detalla Amaya Aramburu. Ese entrenamiento se puede realizar entre 2-3 días y un análisis en el mejor de los casos puede llevarse a cabo en 3 días. Hay casos en que puede ser necesario más tiempo.
¿Las instituciones y museos todavía son reacios a ceder estás imágenes?, circunstancia que resulta cuanto menos contradictoria cuando Google si dispone de ellas. Se ha recriminado que Google pueda tener acceso y ofrezca estas imágenes. Por nuestra parte en muchos casos hemos tenido que comprar a empresas que venden estas imágenes de algunas obras.
¿Este entrenamiento de la IA contempla incluir obra falsa del autor?
Por supuesto. Cuanta más información, mejor. Poder incluir o entrenar con obra falsa es el gran reto, pero es fundamental para poder establecer igualmente parámetros comparativos
En este sentido entendemos que a veces muy difícil que fundaciones y comités de artistas accedan a ofrecer imágenes de obras falsas. Así es. A veces la disyuntiva entre el arte y el mercado no facilita este intercambio.
Análisis de Old Masters
Al ser un entrenamiento con imagen rasante ,la complejidad de obra antigua dependerá de obras disponibles, tiempo que les dejen para entrenar al algoritmo, etc.
El algoritmo no tiene en cuenta los posibles repintes de una obra. En este sentido, es una decisión que se toma combinando el conocimiento que pone a nuestra disposición el cliente, nuestras historiadoras de arte y nuestro equipo técnico. de ART RECOGNITION, así como toda la documentación e imágenes previas realizadas será fundamental.
ART RECOGNITION reconoce que en algunas ocasiones se han tenido que descartar expertizaciones con este tipo de pinturas porque hay barnices y suciedad o muy restauradas que limitan la visualización y posterior adiestramiento del algoritmo.
El cuerpo principal de autores sobre los que ART RECOGNITION está trabajando actualmente son de Pintura Moderna (Impresionismo, Post Impresionismo) y Vanguardias. También han trabajado con maestros del siglo XVI y XVII.
Sobre estos autores hay información actual y pormenorizada en los catálogos razonados y el estado de las obras suele ser menos deteriorado que las obras de los viejos maestros.
En cuanto a costes de este análisis ART RECOGNITION, ofrece dos modalidades de informes de acuerdo con su complejidad y la información aportada, aunque en su modalidad simplificada, la conclusión sobre la originalidad de es definitiva: SI o NO.
Conclusiones
Todo ello nos llevaría a la consecuencia que la colaboración entre el factor humano (connaisseur) y el algoritmo es básica y debiera ser enriquecedora, no una competencia. La IA analiza en superficie y no es posible de momento, el análisis estratigráfico.
La Inteligencia Artificial analiza la obra basándose en una comparación en profundidad gracias a una ingente carga de imágenes (adiestramiento) a la que se somete el algoritmo, tanto de obra original como falsa y también, con copias, imitaciones e imágenes del artista relacionado y pintores que pintaron al estilo de. Por tanto el futuro de esta herramienta está en combinar satisfactoriamente la experiencia IA con la información histórica (provenance) y en la implementación progresiva y que supone la colaboración de Comités y Fundaciones de artistas, también conocidas como Sucesiones.
En esta cuestión, tanto la IA como el experto y el perito sufren a veces la misma coincidencia generalizada cuando precisan la opinión del Comité: Su silencio y falta de colaboración en una gran mayoría de las ocasiones. Como experto he comprobado durante años que los Comités y Sucesiones en líneas generales, son poco favorables a facilitar y desvelar su opinión sobre copias y falsificaciones, y que en demasiadas veces, termina con un escueto e indiscutible: Désolé!.
Expertos y laboratorios especializados empiezan a valorar la Inteligencia Artificial como un importante aliado, en el que toda información es positiva en estos análisis de autentificación.
Nuevas herramientas de análisis como la Inteligencia Artificial han llegando para quedarse. Las preguntas que surgen es ¿Cómo y cuánto evolucionarán?.
Jorge LLopis Planas es el Editor y Director de Pecadosdelarte.com y Perito Judicial en Arte.