REDACCION. Según informa EL PAIS el investigador Miguel Méndez, miembro de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo (RABACHT), en un mensaje publicado en X, ha criticado la dejadez de las administraciones después de que el monumento apareciera tumbado en la finca agrícola en la que se erigía: “Derriban el menhir de Gamonal y las administraciones siguen sin hacer nada para preservarlo. Basta de desidia con el patrimonio”.
El delegado provincial de Cultura, José Gutiérrez, ha enviado un requerimiento al Ayuntamiento de Talavera, para conocer el alcance de los daños sufridos por el megalito. En el escrito, se solicita que se inste a la propiedad de la parcela en la que se ubica a balizar el elemento en un radio mínimo de cinco metros para protegerlo de cualquier actividad agrícola o riesgo que pudiera agravar aún más su delicada situación.
El menhir —una mole de granito de dos metros de altura y uno de ancho por la base— forma parte del Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de Talavera y a eso apela el Ejecutivo autonómico para instar al Ayuntamiento talaverano a velar por su protección.
La Junta rechaza en otro escrito remitido al Consistorio el traslado del monolito a un lugar más seguro, argumentando que el valor histórico de la pieza radica, precisamente, en su emplazamiento original, argumentando que “el propio traslado supone un riesgo para la integridad física de la pieza” y se abre a evaluar su declaración como Bien de Interés Cultural o Patrimonial para otorgarle “un entorno de protección adicional”.
El alcalde de Gamonal, reclama al Ayuntamiento de Talavera la restitución del monumento a su posición original. “Entre las competencias que tenemos no están las de patrimonio”, explica que comparte la preocupación de los vecinos: “No se entiende que un bien de nuestro municipio esté así”.
Miguel Méndez descubrió el menhir en 1990, pide que se actúe con urgencia para evitar que corra la misma suerte que el expoliado hace varios años cerca del embalse de Navalcán, en el término municipal de Oropesa. “Se le conocía como el menhir de Parrillas, fue derribado y, después, robado sin que hasta ahora se conozca su paradero. Lo siguiente es cogerlo con una pala de tractor y llevárselo”, advierte el investigador, que pide a las administraciones que preserven mejor este tipo de elementos arqueológicos que, recuerda, pueden ayudar a dinamizar el turismo en la zona.
El menhir ya sufrió una ligera inclinación, probablemente, explica, por algún tipo de trabajo agrícola hasta que, ahora, ha caído completamente. Méndez apuesta por mantener el menhir en su emplazamiento original, pero para eso, remarca, “hay que asegurarlo para que no se pueda destruir ni se pueda usurpar”.