Jorge Llopis. El pasado 26 de agosto se pudo comprobar la curiosa simbiosis (y abandono) en la que conviven la Villa Romana de Sa Mesquida (Santa Ponça) y la realidad poblacional. Sa Mesquida es el único yacimiento de origen romano documentado en el término de Calvià. Se accede a él desde el parking del supermercado Eroski de esta localidad turística.
La importancia de este yacimiento es capital, ya que es la primera villa romana identificada en Mallorca (siglo II a.C.) y en ella se documentó, por primera vez, un horno dedicado a la producción cerámica, confirmando durante esta época la actividad alfarera en la isla.
En 1984 se iniciaron las primeras excavaciones arqueológicas con carácter de urgencia, debido a la construcción de un centro comercial que podía poner en peligro los restos arqueológicos. Desde entonces y hasta junio de 2010, se han ido realizando múltiples campañas de excavación dirigidas desde la Universidad de Granada y la Universitat de Barcelona. Actualmente el yacimiento se encuentra asimilado al Parque Arqueológico del Puig de sa Morisca.
Este yacimiento romano está formado por dos espacios diferenciados. Por un lado, las estructuras arquitectónicas asociadas a la villa, que se ubican en el solar contiguo al hipermercado, y por otro, una cisterna situada en las proximidades y reutilizada como basurero en época tardorromana y por lo visto, también actualmente.
Una valla de paneles de cristal separa el parking del asentamiento, aunque hoy es más fácil acceder directamente al yacimiento por cualquiera de las tres vallas rotas y que todavía no se han repuesto. La separación se realiza actualmente con cintas de la policía local. Es importante indicar que esta valla separa un parking (con trafico fluido) del yacimiento, por lo que cabe el riesgo de que un coche maniobrando caiga dentro, ya que tampoco hay ningún cartel que advierta que ahí no hay valla.
Los paneles de vidrio rotos están apilados contra el murete colindante, circunstancia que en primer lugar supone un riesgo para el visitante y en segundo enfatiza el papel de descampado y vertedero que no debiera tener un recurso histórico-patrimonial, sin olvidar la imagen de desidia y desinterés de la Administración por sus recursos.
Mención aparte es el estado de las cartelas explicativas que se hallan en un estado lamentable y totalmente ilegibles. Chamuscadas y cuarteadas por el sol, ninguna sirve al visitante para saber donde se halla, más allá de un solar que ni se sabe que es, ni porque tiene cartelas. De hecho el yacimiento pasa desapercibido para propios y extraños, ya que se halla en un estado prácticamente de abandono y se percibe como un secarral en el que incluso se ha plantado unas palmeras, que parece que tampoco ni son de época y que ni siquiera son autóctonas. Un simple olivo le hubiera devuelto mayor dignidad al local.
Se ha intentado contactar con la Consellería de Cultura y Patrimonio del Consell Insular de Mallorca para saber que medidas se piensan tomar al respecto, o al menos saber si están enterados del estado de este yacimiento que se promociona pomposamente como “la primera villa romana identificada en Mallorca (siglo II a.C.)”. Como no puede ser de otra manera: la callada por respuesta.
Si hemos tenido respuesta de David Javaloyas, Coordinador de Programas Públicos del Parque de Sa Morisca que depende del Ayuntamiento de Calvià que nos informa sobre esta situación y nos aclara lo que sospechamos: El vallado es responsabilidad de la propiedad del solar del supermercado y de momento no se manifestado al respecto. Por el mismo motivo incomprensible-administrativo no es posible retirar los peligrosos paneles. No se ha podido confirmar esta cuestión con el propietario del solar porque ni responde o está de vacaciones, por tanto damos por válida la explicación del técnico municipal.
Gracias a Javaloyas, hemos podido averiguar el nivel de protección patrimonial y catalogación de la Villa Romana con súper incluido, es BCL (Bien Cultural Local) y el interés y proyectos previstos por parte del Ayuntamiento en potenciar el valor patrimonial del yacimiento, pero de nuevo, el silencio administrativo del Consell Insular de Mallorca por apoyar iniciativas que no sean estrictamente de su competencia y sujetas a simple subvención, indica la desidia de la administración insular por las cuestiones del patrimonio histórico en la isla.+
Finalmente pudimos comprobar in situ la opinión del visitante - cliente. Michael de Manchester pregunta si el solar se vende para construirse una casa. Graziela de Livorno se asombra de que eso sea un yacimiento romano. A Jean Luc de Carcassone se le indica que no puede tirar ahí los envoltorios de los helados de sus hijos y Antonia de Santa Ponça responde “¿Un yacimiento romano? ¿En Santa Ponça? ¿En serio? ¿Y que hay?”.
Sólo esperamos que ningún visitante sufra un accidente o se corte con los cristales. La denuncia y consiguiente demanda puede ser de consideración y no como las falsas denuncias por intoxicación.