REDACCIÓN. Según informa FRANCE24. El pasado 17 de septiembre se descubría un robo en la Sala de Geología y Mineralogía del Museo de Historia Natural de Paris.
Los ladrones robaron varias piezas de “Oro Nativo” de las colecciones nacionales del museo. Los ejemplares robados están valorados en unos 600.000 euros, basándose en el precio del oro en bruto, tienen, sin embargo, un valor patrimonial inconmensurable, según informa el museo.
Uno de sus tesoros es una muestra de oro y cuarzo nativo de nueve por 8,5 centímetros, que se originó en la mina Donatia en California y fue regalada al museo por un rico coleccionista francés
El “oro nativo” es una aleación de metal que contiene oro y plata en su forma natural, sin refinar. Es uno de los metales que se lleva usando desde la prehistoria y que es muy apreciado tanto por su valor estético como por su valor económico.
Según se informa, los intrusos entraron en el museo utilizando una amoladora angular y un soplete. "Estamos tratando con un equipo extremadamente profesional, que sabe perfectamente dónde hay que ir y que cuenta con un material profesional", declaró el director del museo, Emmanuel Skoulios.
Una fuente policial anónima ha informado que los sistemas de alarma y vigilancia del museo habían sido desactivados por un ataque cibernético en julio, pero no estaba claro si estaban funcionando cuando ocurrió el robo, por tanto, la "profesionalidad" de los asaltantes sería más que cuestionable o una mala excusa para no decir que era una autentica oportunidad.
El hecho de que el robo se haya llevado a cabo aprovechando este fallo del sistema de seguridad, podría apuntar a que los ladrones hubiesen llevado a cabo el asalto con información privilegiada del personal del propio museo.
Este robo está despertando las alarmas en instituciones “menores” en Francia. Desde el pasado mes de noviembre ya se han llevado a cabo varios hurtos en otros museos que no forman parte de la oferta museística más turística o conocida, como fue el caso del Museo Herión de arte sacro el pasado diciembre, o el perpetrado en Musée Cognacq-Jay de Paris en noviembre donde robaron 7 cajas de rapé históricas.
También es significativo la escasa repercusión en los medios de estos asaltos, lo que nos llevaría pensar en una ocultación deliberada para no reconocer por parte de las autoridades, la deficiente (y a veces obsoleta) cuestión de los medios de seguridad museística francesa.