REDACCIÓN.- El Gobierno de Polonia ha denunciado que la Sala de Subastas Greisebach de Berlín que puso en venta el pasado 1 de diciembre una acuarela de Wassily Kandinsky de 1928, que fue robada del Museo Nacional de Varsovia en 1984.
La sala Greisebach alega que de acuerdo con la documentación aportada se confirma que la obra efectivamente formaba parte de la colección del museo de Varsovia entre "aprox. 1965-1983". También indica que la obra fue vendida en Sotheby's, Londres en "la primera mitad de los años 80" . De ahí, se llevó a una colección privada de EE. UU y comprada “de buena fe” de nuevo en 1988 en la Galerie Thomas de Munich por el coleccionista alemán Maren Otto, quién la entregó posteriormente a la Greisebach para su venta.
Como se puede deducir , se trata de un “periplo de blanqueamiento” de una obra robada para venderla de nuevo en el mercado alemán, puesto que la ley alemana ya no la consideraría “obra robada” después de 30 años. El sello del Museo Nacional de Varsovia se conserva en el reverso de la acuarela, un claro indicador de su origen.
Según informa BBC News, El Ministerio de Cultura de Polonia detectó la obra en el catalogo a subasta de Grisebach y la policía polaca solicitó el registró la obra en la base de datos de obras de arte robadas de Interpol, de acuerdo con el informe que publicó la Fundación Internacional para la Investigación del Arte (IFAR) de 1985, solicitando a la sala de subastas que retirara el Kandinsky de la subasta del 1 de diciembre, enviando documentación detallada sobre la obra de arte robada para confirmar su origen. A pesar de todo ello la obra fue vendida por 387.000€
Según comunicó el viceministro de Relaciones Exteriores Arkadiusz Mularczyk “El gobierno polaco tomará más medidas legales para recuperar la obra".
Esta polémica se añade la agria disputa política en Polonia y Alemania en cuestiones de devoluciones y restitución de arte robado y expoliado. Según Mularczyk. "Los alemanes no quieren devolver bienes culturales muy importantes que han robado de Polonia. El principal problema para nosotros es que la ley alemana protege este robo. Entendemos esta situación como un problema mayor porque vemos que el gobierno alemán y Alemania en general tienen un problema con la compensación y los bienes robados, las propiedades culturales incautadas de Polonia. Muchos de ellos están ubicados todavía en territorio alemán"
El viceprimer ministro de Polonia, Piotr Glinski considera que la transacción realizada por Grisebach es no es ética y contraria a los estándares que deberían aplicarse al mercado internacional del arte, "Sin confianza, muchas veces, este mercado no puede funcionar sin problemas. Es lamentable ver que a veces las casas de subastas no mantienen estos estándares, y esto debería ser condenado", ha declarado, añadiendo además que éste no es el primer caso en que Grisebach intenta vender una pintura robada de Polonia. En 2011, se intervino la venta de la pintura “Negress” (1884) de Anna Bilińska . Gracias a la intervención del Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional de Polonia y la diplomacia polaca. La pintura fue restituida a Polonia en 2012.