Bolivia es uno de los países de tránsito de restos arqueológicos expoliados en Perú para su exportación internacional.
REDACCIÓN según informa El Ministerio de Cultura Peruano una patrulla de la policía local de Puno (Perú) intervino unos restos humanos momificados en el interior de la mochila de un repartidor de la empresa “Pedidos Ya”.
Los hechos sucedieron cuando una patrulla detuvo a tres individuos que estaban bebiendo en el mirador Mantaro, cerca de la urbanización Las Torres en Puno y próximo a la frontera con Bolivia.
La sorpresa surgió cuando los agentes llevaron a cabo un registro y encontraron en una bolsa refrigerada de reparto de comida, unos restos humanos envueltos en tela. Obviamente en un principio la policía no sabía si se hallaba ante un caso homicidio por lo que se avisó a la policía judicial que determinó que inicialmente, y por las evidencias los restos podían ser más antiguos. De al menos 800 años.
En ese momento se avisó los agentes de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Puno, que en coordinación con la Fiscalía de la Nación y la PNP determinaron que los restos podían ser la momia de un individuo adulto procedente del distrito de Patambuco, en la zona oriental de la región.
El repartidor de 26 años llamando Julio César, alegó que había sacado a “pasear”a la momia, a la que familiarmente llamaba Juanita y enseñarla a sus amigos. Aseguró que era de propiedad familiar desde hacia más de 30 años y incluso que en su momento se había intentado vender a un museo por un precio de 2000 Soles peruanos (490 €) .
Como no podría ser de otra manera, finalmente el Ministerio de Cultura dispuso de inmediato la custodia del citado bien mueble, con la finalidad de protegerlo y preservarlo de acuerdo con lo dispuesto por la Ley General del Patrimonio Cultural de Nación par protección y recuperación de los bienes integrantes de su patrimonio cultural.
Más allá de la anécdota de haber pillado aun ciclista borracho que alegaba la majadería de llevarse la momia de paseo, las autoridades peruanas deberian asumir que se ha intervenido una momia prehispánica en un flagrante caso de tráfico ilícito de restos arqueológicos entre Perú y Bolivia, a través de un sistema de transporte nada habitual, poco sospechoso pero ingenioso y eficiente (mochila térmica). De hecho el medio Peru21 no ha dudado en calificar al repartidor como Huaquero Moderno.
Por Huaqueros se conoce a los expoliadores arqueológicos organizados o particulares en Perú, Ecuador y Bolivia.
Cabe recordar que precisamente Bolivia es uno de los países de tránsito de restos arqueológicos expoliados en Perú para su exportación internacional.
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