REDACCIÓN. En 2017 el gobierno de la República Popular de China, cedió temporalmente al Museo del Instituto Franklin de Filadelfia 10 figuras originales de los Guerreros de Xian (210 al 209 a.C) en una exposición itinerante.
Según informa el PHILLY VOICE , aquel mismo año y durante una absurda fiesta navideña (ugly sweater party ) celebrada por el museo, un joven de 24 años y con una borrachera considerable se coló en la sala de exposición y quiso hacerse un selfie (como, no) y rompió el pulgar de una de las figuras, lo guardo como recuerdo y se lo llevó su casa en el vecino estado de Delaware (detalle importante para entender la trascendencia del asunto…). Al día siguiente y una vez recuperado de la tremenda castaña, el joven, llamado Michael Rohana encontró el dedo, entró en pánico y lo escondió en un cajón.
El museo se dio cuenta en enero de 2018 que al guerrero le faltaba un dedo y a instancias del indignado gobierno chino, el FBI abrió una investigación que no fue demasiado compleja gracias a la estúpida idea del selfie. Los investigadores interrogaron a Rohana en su casa y entregó el pulgar.
La hazaña le costó al joven una acusación triple: Destrucción patrimonial , tráfico ilícito interestatal (de Pensilvania a Delaware), robo y ocultamiento de un objeto del patrimonio cultural de un museo. Los chinos indignadísimos solicitaron un castigo ejemplar, pero los americanos presentaron una disculpa pública, aunque las acusaciones eran graves.
Las esculturas están valoradas en 4,5 millones de dólares y el dedo en cuestión 5.000$.
Inicialmente el joven Rohana se enfrentaba a una condena de 30 años de prisión, pero en 2019 se declaró culpable de “vandalismo juvenil por borrachera”, pero no de robo, de lo que resultó un juicio nulo por esos cargos anteriores ya que el jurado no se puso de acuerdo en condenar al joven por imbécil y no por ladrón.
Gracias a la Pandemia COVID el juicio se ha retrasado y ahora, Michael Rohana, una vez aceptada su culpa se enfrentará el próximo 17 de abril , a un juicio en el que podría ser condenado a 2 años de prisión y 20.000$ de multa por contrabando y tráfico ilícito interestatal entre Pensilvania y Delaware.
Se desdconoce si las autoridades chinas estarán satisfechas o si por el contrario seguirán pidiendo que le corten las manos al joven delante del Independence Hall.