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JORGE LLOPIS

El Maestro Español, genio y figura de la falsificación de bustos romanos

Un busto de César Augusto 'ceñudo'. El primer trabajo detectado del Maestro Español detectado en 1992
Un busto de César Augusto "ceñudo". El primer trabajo detectado del Maestro Español detectado en 1992 (Foto: © Stephen Lemann )

Nadie sabe quien es, pero desde hace más de 40 años ha infectado museos y colecciones. De momento se han descubierto 36 falsificaciones …Aunque nadie le ha denunciado

domingo 24 de diciembre de 2023, 10:00h

Esta es la historia de un falsificador supuestamente español que desde hace más de 30 años sus obras están siendo un quebradero de cabeza para los expertos internacionales más reputados en escultura romana.

Esta es la historia de un acaparador español de monedas, objetos y fragmentos romanos de bronce de los siglos, I a.C hasta el II d.C, periodos en los que España, Hispania, fue el territorio más rico del imperio romano.

Esta es la historia de uno, tres o cientos de Detectoistas españoles, llamados así porque a pesar de la prohibición expresa por parte de las Comunidades Autonómoas siguen limpiando el territorio nacional con sus detectores de metales al ritmo de sus “pit- pit” por eso se les llama vulgarmente en argot policial “Piteros”.

Para hacerlo fácil, les diré que los últimos mencionados en esta historia, poco sospechan que los piteros, más allá de ir rastreando lomas y prados adyacentes a los yacimientos que trufan la Piel de Toro, buscando restos arqueológicos para revenderlos en Wallapop, TodoColección , Segunda Mano o Ebay sin limite ni tasa, son proveedores de unos tipos que se llaman coleccionistas pero que no son tales, sino que son acaparadores al por mayor de un metal ancestral llamado bronce.

El bronce fue la primera aleación de importancia obtenida por el hombre y durante milenios fue la aleación básica para la fabricación de armas y utensilios, y orfebres de todas las épocas lo han utilizado en joyería , medallas, y escultura. Las monedas acuñadas con aleaciones de bronce tuvieron un protagonismo relevante en el comercio. Como decía antes, la Hispania de los siglos I a.C hasta el II d.C, fue la provincia más rica del imperio y riqueza significan monedas, muchas monedas de cobre , plata pero sobre todo, bronce.

La aleación que empleaban los romanos en el bronce era de cobre estaba formada por estaño, plomo y cinc10, diferente al que por ejemplo, se emplea en el siglo XIX que suele ser sólo un 88% de cobre y un 12% de estaño.

Como he comentado en alguna ocasión, la falsificación de arte se basa en tres aspectos fundamentales: El autor falsificado, la falsificación correcta y coherencia de la documentación que se aporta y por supuesto de la obra falsificada que debe ser de aparentemente hecha por el artista falsificado.

Aquí incurren dos detalles importantes la calidad de la obra y los materiales…

Las antigüedades romanas y griegas más buscadas y cotizadas son las esculturas y entre ellas los bustos. La cualidad más apreciada es el detalle y en ese sentido sólo un material ofrece esta peculiaridad respecto al quebradizo y delicado mármol: El bronce. Bien. Ya me están siguiendo.

De hecho la colección de Robin Syms uno de los mayores traficantes de objetos arqueológicos romanos y griegos de la historia, ha revelado recientemente que de sus más de 15.000 piezas, al menos un 30% son falsas.

“Cada vez que aparece un hallazgo de este tipo, no falta gente que quiera comprarlo. Estamos hablando de dinero, dinero y más dinero como factor dominante", dice Oscar White Muscarella, quien durante muchos años fue conservador del Museo Metropolitan de Arte de Nueva York . Ha observado a los marchantes introducir falsificaciones en el mercado, como galerías y ferias de arte. Pero las principales puertas de entrada son las casas de subastas, "En algún momento me di cuenta de que los comerciantes en particular, pero también los coleccionistas, vendían sus objetos falsos en las subastas", dice Muscarella.

Y aquí entra en el juego el primero de nuestros protagonistas. Un falsificador de esculturas al que se le conoce desde hace más de 30 años como El Maestro Español. Personalmente el nombre me hace gracia y llena de orgullo.

Nadie sabe quien es, sólo que sus piezas son autenticas joyas y fundidas con bronce de la época romana. Si, ese del que hablaba antes, monedas romanas de bronce que se expolian, roban y revenden en Internet y alguien acumula. ¿Será el Maestro Español o tiene su proveedor y obviamente socio?. Nadie lo sabe. Tal vez sean incluso la misma persona y por tanto es de los pocos casos de “película” de verdad.

En Alemania desde hace años un arqueólogo llamado Stephen Lemann se ha obsesionado con el Maestro Español y ha detectado al menos 36 esculturas procedentes de su mano. Lehmann buscó información sobre la procedencia en los catálogo del museo, pero fue en vano. Preguntó directamente a museos pero no obtuvo respuestas. Repitió sus peticiones, sin éxito. "Los museos nunca se divierten, eso está claro, cuando se cuestionan piezas importantes expuestas en su sala principal", afirma.

La primera pieza detectada de la mano del Maestro Español fue en 1992 cuando un coleccionista suizo adquirió una cabeza de bronce de Cesar Augusto por 300.000 dólares. Cuando comenzó a escuchar rumores sobre el Maestro Español envió la cabeza a Lehmann.

La técnica es impecable y la maestría insuperable, pero a medida que avanza la ciencia, se ha podido averiguar que algo falla y es el grosor del material empleado. Normal, no hay tanta moneda romana como era de esperar…

Hay cuatro errores que han descubierto la falsedad de las obras del Maestro Español:

Uno de ellos ha sido su vanidad. No se ha resistido a dejar su “marca de fábrica” y esta característica pasó inicialmente desapercibida, ya que los compradores se fijaron únicamente en la apariencia del material que indudablemente era bronce de la época romana. Su marca de fabrica es estilística. Los bustos romanos originales carecían de expresión. La dignidad de los emperadores no debe mostrar ningún sentimiento y el recato de la mujer romana, menos. Pero nuestro Maestro Español no ha dudado en reproducir a un Augusto enfadado o un Alejandro Magno estresado.

El otro fallo es que el Maestro Español ha cometido, es que solo reproduce cabezas que parecen cortadas del resto del cuerpo de una escultura ¿dónde está el resto preguntan los expertos? Un cuerpo es igualmente valioso…

Para finalizar la alta tecnología ha dado la puntilla. El tenaz Lemann y a pesar de que sus investigaciones han motivado el enfado en las más altas instituciones (La Sociedad Winckelmann le expulsó en 2009) envió la cabeza de César Augusto al IMS, el Instituto de Ciencia de los Materiales de Wiesbaden.Después de un Scanner de alta resolución, descubrieron numerosas incoherencias sobre la pieza: la pátina provocada por la corrosión del metal no era uniforme, las puntas y aristas del cabello apenas estaban erosionados, y un examen microscópico reveló marcas que parecían corresponder al uso de herramientas modernas, por lo que se concluyó que se trataba de una falsificación. ¿El Maestro Español no tenía en aquel momento suficiente bronce o monedas?.

El gran enemigo de Lemann, no es el Maestro Español. En el fondo el falsificador es otro más y cuando desaparezca o deje de trabajar, aparecerá otro. El gran enemigo de Lemann y otros arqueólogos, son los traficantes y mercaderes que infectan el mercado con falsificaciones y los propietarios que las adquieren.

Un comprador de una falsificación, como me explicaba el subinspector Antonio López, de la unidad de patrimonio artístico de la Policía Nacional adscrita a la GAV, volverá a intentar colocar la pieza en el mercado y la mejor manera es cederla a museos y que ese tiempo que ha estado la obra en exposición, será el mejor “aval” para su autenticidad en el segundo mercado “legal” es decir las grandes salas de subastas y galerias. A ninguna le importa otra cosa que no sea ganar dinero y estamos hablando de cifras millonarias, no en general, sino por cada uno de los bustos que los expertos detectan como falsos. Y los museos son muy poco amigos de reconocer que les han engañado como a chinos.

Curiosamente la policía tampoco tiene ningún motivo para perseguir al Maestro Español . Todavía no se han interpuesto denuncias contra él .

Leyendas aparte, el Maestro Español ya debe haber muerto o debe ser muy anciano. Apliquemos la lógica aritmética: La primera obra "de su mano" se detectó en el mercado en 1992, aunque probablemente el busto ya llevase otros cinco o diez años danzando por ahi, por tanto no creo raro, que la obra se hubiese fundido como mínimo alrededor de 1985, es decir hace casi 40 años. Se tratan de piezas de un artista muy experto y probablemente maduro, por lo que es más que probable es que el autor tuviese entre 50-55 años cuando la realizó, es decir que hoy el Maestro Español rondaría los 95 años o más. Por otro lado desde principios de los 2000, no ha aparecido ninguna obra más atribuida al falsificador. En este sentido puede pasar, que no realizase más de 36 (que ya está bien), que no haya tenido continuidad en su producción (herederos) o simplemente, que ningún museo ni coleccionista tenga ganas de recibir "malas noticias"...

El mercado español es especialmente productivo en cuanto a falsificaciones arqueológicas, sobre todo fenicias, iberas y también romanas, que infectan las colecciones y museos sin que ellos mismos lo sepan. ¿Es extraño, por tanto que el mejor falsificador de bustos romanos se le conozca como el Maestro Español?.

Stephen Lemann ya ha catalogado 36 falsificaciones del Maestro Español procedentes de ventas en subastas.
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Stephen Lemann ya ha catalogado 36 falsificaciones del Maestro Español procedentes de ventas en subastas. (Foto: © DW)
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