Según informa el Gobierno de Paraguay, se mantiene abierta la exposición “ El robo del siglo” inaugurada en marzo de 2024 en conmemoración del aniversario del robo perpetrado en 2002.
“El Robo del Siglo” es un proyecto que fusiona la memoria histórica con la expresión creativa.
Cinco pintoras se unen para reinterpretar las obras maestras que fueron sustraídas del museo. Cada una de estas artistas aportará su estilo único y su perspectiva personal a estas obras, creando nuevas piezas que no solo rinden homenaje a las originales, sino que también exploran temas contemporáneos relevantes.
Sobre el Robo del 2002
Cinco valiosos cuadros fueron robados del Museo Nacional de Bellas Artes por una banda que accedió al edificio a través de un túnel que cruza una céntrica calle. Ocurrió en julio del 2002.
Los autores cavaron un túnel de 25 metros de largo, revestido con un encofrado de madera para evitar derrumbamientos. Los escombros fueron quitados de un local comercial frente al museo donde aparentemente se realizaban refacciones para un local de comida dietética.
Las obras sustraídas incluyeron una pintura de caballete de San Jerónimo, “Tête de Femme” de Étienne Adolphe Piot, un autorretrato atribuido a Jacopo Robusti El Tintoretto, “La virgen con el niño Jesús” atribuida a Bartolomé Esteban Murillo y un paisaje de Gustave Courbet.
La leyenda del botín sigue viva y las fuerzas policiales internacionales han rastreado el mercado negro desde entonces. Hasta ahora, solo se ha presentado una oportunidad: En 2008 el Centro Nacional de Protección del Patrimonio Cultural del Departamento de INTERPOL Argentina recibió un aviso de que el “San Gerónimo” perdido, realizado por un artista anónimo y valuado en 200.000 dólares, estaba a la venta ilegal en Posadas, Argentina.
La historia de la devolución de San Jerónimo no es un caso aislado. Desde 2004, Argentina ha devuelto a sus países de origen 4.825 piezas de patrimonio robadas –obras de arte, restos arqueológicos y documentos históricos– incautadas en su territorio. En la última década, el país se ha convertido en un ejemplo regional en materia de restitución de bienes robados.
Aunque la decisión no hace parecer que el museo tenga muchas esperanzas de que las obras aparezcan algún día, al menos están aprovechando la inesperada notoriedad de albergar el robo del siglo en Paraguay.