Según informa la asociación SORIA PATRIMONIO a través de X, la restauración del interior de la Iglesia de Ntra. Señora del Mirón de Soria sólo puede calificarse como un nuevo “atentado” contra el patrimonio histórico.
La penosa intervención se ha realizado en las últimas semanas en uno de los lugares de culto más valorados la ciudad del Duero, una capilla de origen barroco erigida en 1725. Sus angelotes han cambiado por completo su aspecto tomando un aire kitsch ante el que claman muchos especialistas en conjuntos históricosy restauradores.
La “restauración” ha transformado el interior de la iglesia. Elementos estructurales ornamentales como columnas, marcos de los ventanales han sido pintados en un inexplicable color salmón chillón (antes blanco) , aunque la mayor polémica se ha centrado en la transformación de los querubines que coronan las columnas que han sido remodelados y pintados al más puro estilo Kistch .
Desde la diócesis de Osma-Soria, de la que depende el edificio, aseguran que la intervención se realizó "con todos los permisos en regla". De igual modo, lamentan que haya descontentos con los acabados, pero una portavoz resuelve que eso "es cuestión de gustos".
La Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León -que se desvincula al no tratarse de un BIC . Por su parte el Ayuntamiento de Soria. admiten que no se autorizó ningún proyecto concreto para realizar estos trabajos en la ermita, sino que la actuación se autorizó "mediante una declaración responsable por parte del promotor".
Todo ello , a pesar a que otra asociación cultural , Soria Ya impulso una PNL en las Cortes de Castilla y León que fue rechazada por PP y Vox-, la iglesia de Nuestra Señora del Mirón está inventariada y, por ende, goza de protección.
La pólemica ha provocado que la autoridad eclesiástica soriana haya cerrado la iglesia hasta que se resuelva el entuerto en busca de una solución
La Asociación de Conservadores-Restauradores de España (ACRE) ha criticado con dureza la actuación en la ermita, tildándola también de «atentado».
Desde ACRE se recuerda también que los bienes protegidos «necesitan una autorización de la Administración para ser intervenidos bajo una dirección técnica». También que los equipos de trabajo y las direcciones técnicas deben tener «equipos multidisciplinares para evitar estos atentados» y «una inspección que valore semanalmente los avances de los trabajos y que no permita alteraciones irrespetuosas e invasivas» para impedir desaguisado como este.
«No hablamos de una restauración fallida, sino de un atentado contra el patrimonio», insiste Francisco Manuel Espejo, presidente de ACRE.