REDACCIÓN Según informa LA DEPECHE la espada Durandal, más conocida como la Excalibur francesa, ha sido robada en Rocamadur , en el suroeste de Francia. La espada fue supuestamente de Roldán tiene un gran simbolismo y forma parte de la leyenda
Se trata de una espada de época medieval que mide unos 80 centímetros de largo, y que se encontraba clavada en una pared de roca poco profunda elevada a 10 metros del suelo, cerca del Santuario de Rocamadour, en el suroeste de Francia.
La historia de Durandal no difiere mucho, en su esencia, de la famosa leyenda de la Excalibur del Rey Arturo. El mito dice que el emperador Carlomagno recibió una mágica y poderosa espada llamada Durandal como regalo divino, portado por un ángel.
El mandatario la entregó a Roldán, sobrino y uno de sus preciados caballeros, durante la Batalla de Roncesvalles, donde luchó valientemente hasta caer vencido. No obstante, justo antes de morir, Roldán trató de destruir la espada para evitar que tal poder cayera en manos enemigas. Al no conseguirlo, la lanzó con tanta fuerza que esta atravesó más de 150 kilómetros hasta clavarse en la pared rocosa de Rocamadour, donde ha permanecido desde entonces.
También se le atribuye a Roldan en el mismo trance de muerte, haber avisado del ataque de la moreria a Carlo magno mediante el potente olifante
Dejando a un lado las leyendas, un historiador británico llamado Richard Barber afirmó que los orígenes de la espada física se remontan a la década de 1780, cuando los lugareños la instalaron en un intento de atraer turistas.
Esta leyenda, desarrollada en el poema épico "El Cantar de Roldán", ha alcanzado gran popularidad en toda Francia, dando a la población de Rocamadour un interés histórico especial.
En 2011 la espada estuvo expuesta temporalmente en el Museo de Cluny de París, mientras en Rocamadour permanecía una copia que la reemplazaba. La propia alcaldesa, Dominique Lenfant, comentó a la prensa francesa que tras su vuelta a la población medieval, original y copia pudieron haberse confundido.
Sin embargo, esta no es la primera vez que se considera que la espada clavada en Rocamadour no sea la Durandal original, a lo largo de los años varios historiadores han puesto en duda su veracidad. En cualquier caso, su desaparición es igualmente importante por su simbología.
Aunque se trata de “una copia de una copia de una copia, lo importante que hay que entender es que es un emblema de nuestro patrimonio en Rocamadour y que ya no está allí”. Declaró el edil francés
Los motivos del robo siguen siendo desconocidos. Podría tratarse de una broma o de un acto político que ve en la batalla Roncesvalles la perfecta analogíaa del actual movimiento nacionalista contra los inmigrantes musulmanes.
Afortunadamente, parece que Rocamadour no tardará mucho tiempo en recuperar su atracción más famosa. Ya que cuatro herreros locales se han ofrecido a forjar un nuevo Durandal para restaurar la adorada espada en la piedra.
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