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Leonora Carrington realizó sus esculturas en los años 80. Ahora se reeditan con éxito.
Leonora Carrington realizó sus esculturas en los años 80. Ahora se reeditan con éxito. (Foto: ©Fundación Leonora Carrington)

Surgen serias dudas sobre la originalidad de las esculturas de Leonora Carrington.

El estudio- cocina de Leonora Harrington
El estudio- cocina de Leonora Harrington (Foto: © Consejo Leonora Carrington)

Dos fundaciones creadas por sus dos hijos, disputan la autenticidad de las piezas. Sotheby's se "abstiene" de venderlas

lunes 11 de noviembre de 2024, 10:00h
El Bailarín (2011) formó parte de Frieze Sculpture 2024 en Londres
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El Bailarín (2011) formó parte de Frieze Sculpture 2024 en Londres (Foto: ©Rossagranda / Linda Nylind)

El precio alcanzado en mayo por la pintura “Distractions de Dagobert” (28,5 millones de dólares) ha generado una expectación por la obra de la artista que podría estar degenerado un conflicto que pone en duda la autenticidad de las obras

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REDACCIÓN. La pintora surrealista Leonora Carrington murió los 94 años en 2011, no obstante hasta los 90 continúo teniendo una intensa actividad artística, sobretodo en la reedición de sus esculturas, técnica que empezó a desarrollar en los años 80.

La artista tuvo dos hijos: Gabriel Weisz Carrington y Pablo Weiz Carrington. Gabriel en 2015 puso en marcha la Fundación Eleonora Carrington y Pablo creó el Consejo Leonora Carrington en 2017 lanzó el catalogo razonado de la artista en ese mismo año.

Dos entidades destinadas a preservar la obra de la artista, creadas por dos hermanos enfrentados. Ambos son herederos de los Derechos Morales e intelectuales de la pintora, dato preliminar debería ser revelador para vislumbrar cual va a ser el desenlace de esta polémica.

Entre 2008- 2011, Pablo convenció a la madre para llevar a cabo una reedición de su producción escultórica de 59 piezas. Las piezas fueron fundidas por tres talleres diferentes. Estas esculturas han sido avaladas , certificadas y comercializadas y explotadas por el Consejo Leonora Carrington. El Consejo Leonora Carrington.

El pasado mes de mayo, Sotheby’s vendió al argentino Eduardo Constantini la pintura Les Distractions de Dagobert (1945) por 28,5 millones de dólares, un hito en la obra de la artista. Ese record supuso un relanzamiento (y redescubrimiento de Carrington).

El Consejo Leonora Carrington junto con una empresa llamada Rossagranda ha llevado a cabo una impresionante labor expositiva y lucrativa operación comercial sobretodo en Europa (Francia, Reino Unido, Suiza o Austria) explotando nuevas series de esculturas y formatos. Los precios de las esculturas de bronce varían entre 85.000 y 400.000 euros y varias de ellas se han vendido. Todas ellas vienen con certificados de autenticidad emitidos por el Consejo Leonora Carrington firmados por Pablo.

Pero entre los expertos en la obra de Carrington, los bronces editados del Consejo han suscitado dudas sobre su atribución, y el coleccionista y curador Viktor Wynd , ya los ha descrito como abominación.

Como era previsible el otro hijo de la artista, Gabriel, en 2015 ya criticó con dureza las esculturas producidas por El Consejo Leonora Carrington, como “monstruosidades de bronce vendidas y exhibidas en México por “estafadores que intentaron, pero nunca lograron, recrear su habilidad. Las pocas esculturas que creó muestran elegancia y equilibrio artístico, cualidades que faltan por completo en estos vulgares montones de bronce, carentes de imaginación como están” .

Los artistas mejicanos suelen tener tradicionalmente su comercialización y representación en Estados Unidos, lo que puede ser el segundo punto de la disciordía, ya que como en este caso ,cada uno consulta con el experto que considera y que en este caso son dos hermanos con ese derecho y potestad. Circunstancia que suele avivar la polémica.

Un marchante de arte de San Francisco, que empezó a trabajar con Carrington en 2004 y ha vendido o comercializado cerca de 600 obras suyas, afirma que “no vio ningún trabajo en proceso ni evidencia de estos bronces a gran escala”, sin embargo, la biógrafa y prima de Carrington, Joanna Moorhead, escribió en el catálogo de 2017 del Consejo Leonora Carrington que la artista estaba “esculpiendo” cuando se conocieron en 2006: “El garaje de su casa estaba lleno de obras en proceso y, de vez en cuando, alguien venía a ayudarla y luego se llevaban las maquetas a la fundición para su fundición”.

Otro investigador declara “es imposible” que Carrington contribuyera personalmente a esta enorme cantidad de trabajo mientras estaba casi en el hospital en el último año de su vida, casi ciega y artrica para poder realizar ningún tipo de boceto. Además, las esculturas consideradas tardías , en realidad no están creando nada nuevo, ya que la mayoría representan figuras híbridas y criaturas citadas directamente de las obras pictóricas anteriores de la artista.

La polémica sobre el legado escultórico de Leonora Carrignton está servido. La naturaleza inherentemente al proceso de fundición múltiple plantea dudas considerables para el mercado a la hora de ordenar las ediciones y para los académicos que tratan de evaluar el alcance de la participación creativa de un artista. Ya se han librado varias batallas legales sobre la legitimidad de los bronces póstumos atribuidos a artistas como Rodin, Renoir, Dalí o Giacometti.

Y parece que en este caso viviremos una nueva entrega de un serial de discrepancias y peleas entre familiares que disputan en los beneficios económicos o la correcta gestión del patrimonio de la artista. De momento Sotheby's se "abstiene" de venderlas.

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