REDACCIÓN. TF1 Informa que el pasado 21 de noviembre, el Museo Herion de arte sacro ubicado en Paray-le-Monial, en el sur de Borgoña, sufrió un robo volvió a sufrir un robo.
El museo, designado tesoro nacional, alberga una rica colección que abarca varios períodos de la historia francesa. Estos incluyen hallazgos arqueológicos, obras de arte religiosas y objetos históricos regionales que trazan el desarrollo de la zona desde la época romana hasta la era moderna. Es especialmente conocido por su enfoque en dos mil años de historia religiosa, lo que refleja la larga conexión de Paray-le-Monial con el catolicismo.
Los ladrones llevaron a cabo un robo rápido y violento. A las 16hs del 21 de noviembre, un grupo de cuatro individuos llegó en dos en motocicleta llegó a museo. Uno de los asaltantes se quedó de guardia afuera mientras otros tres entraron disparando varios tiros por encima de la cabeza para intimidar a los cuatro empleados y cuatro visitantes del museo, según indican los testigos.
El objetivo fue la pieza central del museo, un tesoro nacional llamado "Via Vitæ" ("El camino de la vida") de 1904 de Joseph Chaumet : Pieza de orfebrería en oro, marfil, plata dorada y patinada, platino, cristal de roca, diamantes, rubíes, mármol, alabastro, bronce dorado de 2,70 metros y 3 metros de ancho que representa un recorrido por los momentos más importantes de Cristo.
La base de la escultura es la montaña que la preside, tallada en mármol y que simboliza el camino de la fe de los creyentes. Aquí se desarrolla la vida de Cristo, de arriba a abajo, llevando al espectador a un recorrido visual por la "via vitae" (camino de la vida), donde cada escena está llena de delicados personajes criselefantinos (oro y marfil).
En la parte frontal de la montaña se encuentran escenas de la Natividad, el Sermón de la Montaña, las Bodas de Caná, la Resurrección de Lázaro y la Última Cena. Más arriba en el camino de la montaña se encuentra el Huerto de los Olivos, la flagelación de Cristo y el Calvario. La hostia, que simboliza el cuerpo de Cristo, es blandida por dos figuras femeninas en la cima de la montaña y está engastada con rubíes y diamantes, y la piedra central es un cristal de roca tallado.
En total, la escultura incluye 138 figuras, cada una delicadamente decorada en oro, que ilustran las historias y personajes importantes del Nuevo Testamento . El orfebre necesitó diez años de trabajo (entre 1894 y 1904) para crear la pieza épica. Sus obras escultóricas y figurativas, impregnadas de fe cristiana, así como de alabastro, oro, piedras preciosas, plata, diamantes y cristal de roca, representan los episodios más conmovedores de la vida de Cristo.
En solo dos minutos , los ladrones, empleando amoladoras eléctricas robaron se llevaron todas las pequeñas estatuillas de oro y marfil y elementos incrustados con joyas que pudieron. Se calcula que el valor de la pieza está entre los 5 y 7 millones de euros.
Una vez terminaron, los ladrones huyeron en motocicletas. Lanzaron clavos en la carretera, neutralizando así dos vehículos de la gendarmería que se encontraban en camino, señal de que la operación estaba preparada, dijo la gendarmería. Unos cincuenta miembros de la Brigada de Investigación Charolles, de la Sección de Investigación de Dijon y de Identificación Criminal están comprometidos en su búsqueda. La fiscalía de Mâcon ha abierto una investigación sobre el líder del robo a mano armada.
Esa misma semana también se llevó a cabo un espectacular robo en otro museo francés Musée Cognacq-Jay de Paris, cuando el 21 de noviembre, robaron 7 valiosas cajas de rapé que se exhibian en la exposición "Luxe de poche" (Lujo de bolsillo)
No es el primer robo que sufre el museo Hiéron. En 2017 robaron dos coronas gitanas del orfebre Paul Brunet . En septiembre de 2022 volvió a sufrir otro intento frustrado de robo..
Los robos en los Museos Hiéron y Cognacq-Jay es parte de una tendencia mundial preocupante que resalta la vulnerabilidad de las pequeñas instituciones culturales a la actividad criminal. Los museos, galerías, iglesias y coleccionistas privados han sido durante mucho tiempo objetivos de los ladrones que buscan beneficiarse de la venta ilícita de bienes robados, y el material religioso saqueado es altamente preciados.
Sino sólo cabe recordar al infeliz de Stéphane Breitwieser.