ÚLTIMA HORA , 11.11.2025
REDACCIÓN. Un nuevo Ecce Homo azotaba los medios hace apenas 48 horas. La noticia anunciaba que en el atrio de la ermita de San Miguel de Latre, en el municipio de Caldearenas (Huesca), una joya del Romanico del siglo XII del conjunto de ermitas del Serrablo, había aparecido pintado un fresco representando a San Matias.
Si ya era raro que un templo romanico sin pinturas murales originales y bajo la advocación de San Miguel, presentase un repertorio artístico religioso de más que dudosa calidad y sin ninguna relación estilística con las propias de la época, lo más raro era que el nuevo santo presentase el rostro de un popular vecino, un tal Eduardo Lacasta, de infausto recuerdo ya que en 2019 fue condenado por estafa y fraude inmobiliario.
Se da la circunstancia que Lacasta ha ido sufragando con los años diferentes obras de restauración de la ermita (no se sabe si expiando sus pecados o por fervor religioso) y finalmente en los nuevos frescos, se representó su rostro en la pintura dedicada a alguno de los evangelistas, a la manera de los antiguos mecenas renacentistas italianos para su mayor gloria.
Esta "intervención" ha pasado desapercibida, ya que la ermita NO CUENTA con ninguna protección patrimonial, por lo que Lacasta, según sus declaraciones en ARAGON TV , consideró que como las obras de restauración eran nuevas ¿Por qué no decorarlas a su gusto?.
La noticia ha desatado una reacción mediatica similar a la del infausto Ecce Homo de Borja y temiendo que provocase otra oleada de bochornosas peregrinaciones de curiosos, se ha actuado con celeridad.
Así, esta mañana y según informa EL HERALDO DE ARAGON, el "San Matias Lacasta" ha cambiado de semblante, una nueva representación de San Matías más ad hoc y con un rostro más digno y venerable, solventando inicialmente, parte de la aberración decorativa del atrio de la ermita, que continua presente y que desgraciadamente no va a evitar que multitud de curiosos se acerquen a esta joya del románico en Latre para comprobar
Como es habitual en nuestros Ecce Homos patríos, estos se perpetran con la mejor intención por parte de los causantes y en este caso, Lacasta, ha admitido que estaba arrepentido y que era consciente de su error, reconociendo que, aunque actuó “con la mejor intención” y había cometido un fallo. Las declaraciones del mecenas (Lacasta) en la entrevista televisiva no tienen desperdicio para comprender como surge la fenomenología de los Ecce Homos...
En 2019 Eduardo Lacasta fue condenado por un fraude millonario que estafó más de 45 millones de euros a particulares y diversas administraciones públicas, entre las que se encontraban la Agencia Tributaria, el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza. Aunque inicialmente se solicitó una pena de 16 años y medio de prisión, un acuerdo alcanzado con la Fiscalía permitió que esta se redujera a seis años. Sin embargo, Lacasta solo cumplió tres meses tras las rejas, ya que ninguna de las penas superó los dos años. Además, se le ordenó pagar una indemnización de 6,6 millones de euros.
Se desconoce la autoría de las pinturas.