REDACCIÓN. Segun informa El Cos d’Agents Rurals de la Generalitat de Catalunya, se ha localizado, interceptado y denunciado a los componentes de un grupo criminal que se dedicaba a la venta ilegal de objetos de interés arqueológico, cuando estaban prospectando con detectores de metales en el término municipal de Castelló de Farfanya , en la comarca de Noguera (Lérida).
Durante la actuación se intervino 1.252 objetos metálicos de interés histórico y arqueológico, incluyendo 943 monedas de diversas épocas. También se les comisaron dos detectores de metales y herramientas auxiliares como una azada y un pico.
Posteriormente, en el marco de la misma investigación, se efectuaron en Balaguer (Noguera) dos entradas y registros a domicilios de forma simultánea con el fin de localizar otros objetos de interés histórico o arqueológico. Gracias a estos registros efectuados por mandamiento del juzgado de primera instancia e Balaguer, se intervienen cerca de 1.300 objetos más, mayoritariamente monedas, así como tres detectores de metales adicionales y herramientas para la limpieza y manipulación de este tipo de piezas.
Parte del material estaba destinado a la venta a través de un conocido portal de compraventa online, que según fuentes de Pecados del arte sería Wlallpop..
Esta actuación ha contado con un operativo conjunto de efectivos del Grupo Especial de Venenos y Antifurtivismo (GEVA) ), de la Unidad Central de Patrimonio Cultural y del Grupo Especial de Colaboración con la Administración de Justicia (GECAJ) del Cuerpo de Agentes Rurales y el apoyo de efectivos del Cuerpo de Mossos d'Esquadra.
2025, más arqueofurtivismo.
Esta actuación es una de las 40 actuaciones que los Agentes Rurales han llevado a cabo durante los primeros 6 meses del año contra el uso ilícito de detectores de metales en el medio natural. Esta cifra supone un incremento significativo de esta práctica ilegal que pone en riesgo el patrimonio cultural catalán, ya que durante todo el pasado año las inspecciones por esta causa fueron cerca de 30.
Aunque en los últimos años el Cuerpo de Agentes Rurales ha alertado sobre la consolidación del uso de estos aparatos en el medio natural, este 2025 las inspecciones realizadas hasta el momento apuntan a que será el año con más actuaciones contra esta práctica de la última década, y que está habiendo una gran incidencia sobre yacimientos arqueológicos inventos. Así, el 51,3% de las inspecciones se han realizado en yacimientos arqueológicos inventariados o en un radio de 150 metros, mientras que el 48,6% restante se ha producido fuera de estos ámbitos.
Las consecuencias para los arqueofurtivos han ido desde la apertura de diligencias penales y el comiso de material, hasta la incoación de expedientes sancionadores o la emisión de reparos informativos.
Según los datos de este año, el territorio más afectado por esta práctica son las comarcas de Gerona, que concentran el 30% de las actuaciones, seguidas por las comarcas de Tarragona (24,3%), Lérida (21,6%) y Barcelona (20%). En el Alt Pirineu se ha registrado el 2,7% restante, mientras que en la Catalunya Central y en las Terres de l'Ebre no se han detectado casos hasta ahora.
El Cos dAgents Rurals tiene encomendada, entre sus competencias, la protección del patrimonio cultural en el medio natural. En este sentido, las inspecciones relacionadas con el uso de detectores de metales son una de las tareas que los agentes realizan para prevenir daños en los contextos arqueológicos y la pérdida de restos que tienen la consideración de dominio público.