REDACCIÓN. Según informa la POLICÍA PROVINCIAL DE ONTARIO (PPO), se acaba de desarticular a un grupo de falsificadores de la obra del pintor indígena Norval Morrisseau, también conocido como “Copper Thunderbird” (Pájaro de Cobre que Truena).
El artista fallecido en 2007 pertenecía de la Primera Nación Bingwi Neyaashi Anishinaabek que fusionó la tradición indígena, los símbolos místicos y los mensajes políticos en sus obras. Cuando murió Morrisseau dejó una obra rica y aparentemente abundante, aunque sigue siendo un misterio cuánto de esa obra es auténtica.
La investigación de las obras falsas del artista comenzó en 2019 cuando el músico Kevin Hearn del grupo “Barenaked Ladies”, presentó una queja contra una galería con sede en Toronto alegando que una pintura de Morrisseau que había comprado allí era falsa.
La demanda de Hearn, en ese momento, había sido desestimada por un tribunal local, pero en un documental sobre la obra falsa del artista se sugirió que incluso podrían haber sido creadas por menores de edad en condiciones de semi esclavitud. Entonces saltaron las alarmas.
La investigación policial concluyó con la detención de ocho personas que constituían tres talleres de falsificación independientes (algunas veces colaboraban entre ellos) en los que participaba hasta el sobrino del artista.
Se estima que la producción de obra falsa del autor se habría iniciado en 1996.
Durante los registros llevados a cabo por la policía, se comenzaron a incautar obras aunque “Rápidamente nos dimos cuenta de la magnitud de lo que nos estábamos metiendo” declaró el inspector que dirigía la operación. En esta operación se incautaron 1.000 piezas.
En total, los investigadores incautaron más de 1000 obras de Morrisseau de una variedad de fuentes, incluidos coleccionistas, galerías y museos. Algunos compradas por “decenas de miles de dólares”, según la policía.
Es probable que aún existan muchas más falsificaciones de Morrisseau. Se sospecha que podría haber 10 veces más falsificaciones que obras de arte originales en el mercado. Un fraude que según fuentes policiales podría superar los 100 millones de dólares.
No estamos hablando de un artista local. La obra de Morrisseau se ha vendido en China, Alemania, Estados Unidos y Canadá.