REDACCIÓN. Según informa MOSSOS d’ESCUADRA, Agentes de la Policía de la Generalitat de la Unidad Central de Patrimonio Histórico de la División de Investigación Criminal iniciaron en julio gestiones de ciberpatrullaje que han permitido localizar, recuperar y restituir la placa sustraída, e investigan a dos personas, uno en calidad de receptador, que operaba desde una tienda de antigüedades de la Comunidad de Madrid, y el comprador de la placa ubicado en Cataluña.
Durante las próximas semanas la placa será devuelta al Ayuntamiento del Montseny (Barcelona) para su restitución.
La placa conmemorativa, de 40 x 25 centímetros, que fue instalada en honor del sacerdote Jaume Oliveras Brossa, excursionista y escalador que realizó la Travesia Matagalls-Montserrat en 1904. En 2004 el Club Excursionista de Gràcia (Barcelona) instaló dos placas idénticas; la primera en el Santuario de Montserrat y la segunda en la Cumbre del Matagalls.
La placa a los pies de la Creu, está integrada como patrimonio cultural en el Parque Natural de Montseny, protegido éste por el decreto 127/2021. Los objetivos de protección del parque incluyen conservar y mejorar el patrimonio arquitectónico, arqueológico, histórico y etnológico.
Desde antes de 1694 existen referencias que evidencian que la montaña de Matagalls estaba coronada por la cruz como elemento de referencia en el Montseny. Posteriormente la cruz ha sufrido cambios, desde su construcción original en madera, pasando por otra en piedra en 1920, hasta finalmente la de hierro en 1931erigida por Alfonso de Orihuela-Cortada, conde del valle de Merlés y propietario de buena parte del Matagalls. La Creu es todo un símbolo para el movimiento escultista catalán.
El ciberpatrullaje clave para trazar el recorrido de la placa
Los investigadores al ver la placa a la venta en un portal de internet dedicado al coleccionismo iniciaron las comprobaciones para ver si era la placa original y por si constaba alguna denuncia por sustracción. La placa desapareció de los pies de la cruz en un momento indeterminado entre 2020 y 2021 y los hechos se denunciaron en 2023, a raíz de que el club excursionista donante conoció la desaparición y lo comunicase a las autoridades
La trazabilidad de la placa, facilitó la identificación de la cadena de receptadores, desde una tienda de antigüedades de la Comunidad de Madrid, hasta manos de un coleccionista ubicado en Cataluña.
Hasta el momento, constan investigadas dos personas por estos hechos, aunque no se descartan nuevas.
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